Tu gato se comunica contigo: este es el significado de los 5 gestos más comunes en el lenguaje felino
Los felinos son expertos en la comunicación no verbal y esconden un abanico de gestos con mensajes encubiertos.
Los gatos son maestros en el arte de la comunicación no verbal y, a diferencia de los perros, poseen aptitudes más sutiles para comunicarse con los humanos. A través de movimientos corporales y una variedad de maullidos, estos adorables compañeros logran transmitir una amplia gama de emociones y necesidades.
Conoce, a continuación, los cinco gestos más comunes en el lenguaje felino, para descifrar los mensajes ocultos que tu michi te envía a diario. Adentrarse en este fascinante mundo de señales y posturas te permitirá establecer un vínculo más profundo con tu mascota y fortalecer el lazo que los une.
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1. El amasado: un gesto de cariño heredado
Cuando un gato se siente plenamente a gusto y en confianza con su humano, suele regalarle uno de los gestos más entrañables del lenguaje felino: el amasado.
Este movimiento rítmico de las patas delanteras es un reflejo que adquieren desde pequeños, utilizado para estimular la producción de leche materna. Aunque ya adultos, muchos gatos conservan esta acción como una muestra inequívoca de afecto hacia sus seres queridos.
No es raro ver a un felino amasar cojines, mantas o alfombras antes de echarse a descansar, preparando así un lugar acogedor donde pasar sus momentos de reposo.
2. El frotado: marcando territorio y estrechando lazos
Los expertos coinciden en que el tacto es vital para los michis. Al frotarse contra superficies u otros seres vivos, los gatos persiguen un doble propósito. Por un lado, identifican si el objeto es seguro, recurso que suelen complementar olfateando tras el frotado.
Por otro lado, dejan su huella a través de las feromonas liberadas, marcando el territorio como suyo y experimentando una gratificante sensación a nivel cerebral. Este comportamiento, que puede ir desde suaves empujones hasta un refregado más enérgico contra nuestras piernas, es una muestra inequívoca de afecto.
3. Las orejas: un reflejo del estado anímico
Gracias a los numerosos músculos que controlan el movimiento de sus orejas, los gatos utilizan estas como un auténtico barómetro de sus emociones.
Unas orejas erguidas denotan alerta, mientras que achatadas o echadas hacia atrás revelan miedo, amenaza o enojo. Esta última posición debemos tomarla con precaución, pues puede presagiar un rápido paso a la ofensiva.
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4. La elocuente cola felina
Más que un apéndice para el equilibrio, la cola de un gato es un elocuente transmisor de mensajes. Cuando la llevan baja, expresan tristeza o inseguridad. Por el contrario, una cola parada es señal de felicidad y bienestar.
Sus movimientos también son claves: una cola que se agita bruscamente de un lado a otro advierte enojo o molestia, pudiendo desembocar en arañazos o mordidas si no se atiende la advertencia.
5. Un parpadeo cargado de afecto
En un estudio con gatos domésticos, psicólogos de la Universidad de Sussex descubrieron que, cuando un michi parpadea lentamente, está expresando afecto y satisfacción hacia su humano. Un gesto equivalente a un beso felino.
Por ello, se recomienda corresponder este tierno parpadeo para estrechar aún más los entrañables lazos con nuestros peludos compañeros de vida.