CFE | El truco que pocos conocen para pagar tu recibo de luz un 35% más barato sin usar menos electricidad
Descubre los trucos infalibles para ahorrar sin sacrificar tu consumo diario. Todo lo que debes saber.
La electricidad es un servicio fundamental en nuestros hogares, permitiendo el funcionamiento de todos los electrodomésticos necesarios en nuestra vida cotidiana.
Sin embargo, cuando llega el recibo de luz de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), muchos ciudadanos de México se sorprenden por los montos elevados.
Afortunadamente, existen métodos efectivos para reducir los costos hasta un 35% sin necesidad de disminuir el uso de electricidad, según recomendaciones de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee).
Pequeños cambios, grandes ahorros
Implementar simples modificaciones en nuestros hábitos cotidianos puede marcar una diferencia significativa en el consumo eléctrico:
- Sustituir focos incandescentes por LED. Estas bombillas son hasta 10 veces más duraderas y significativamente más eficientes.
- Desconectar aparatos en modo espera. Muchos dispositivos continúan consumiendo energía incluso cuando no están en uso activo. Por ejemplo, una computadora en "modo espera" durante 23 horas puede consumir más electricidad que estando encendida por una hora.
- Aprovechar la luz natural. Mantener cortinas abiertas y utilizar colores claros en las paredes permite maximizar la iluminación natural.
- Optimizar el uso de la lavadora. Lavar con agua fría y llenar la capacidad máxima reduce tanto el consumo eléctrico como el de agua.
El refrigerador: el mayor consumidor de energía en tu hogar
El refrigerador, presente en 8 de cada 10 hogares de México, representa aproximadamente una cuarta parte del consumo eléctrico total.
De todas formas, la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee) advierte sobre ciertos hábitos que pueden incrementar innecesariamente este consumo:
- Almacenar alimentos calientes. Es recomendable esperar a que los alimentos se enfríen antes de refrigerarlos.
- Abrir frecuentemente la puerta. Cada apertura permite la fuga de aire frío, forzando al equipo a consumir más energía para recuperar la temperatura óptima.
- Ubicación inadecuada. Colocar el refrigerador cerca de fuentes de calor como la estufa o bajo luz solar directa aumenta su consumo energético. Lo ideal es ubicarlo en un lugar fresco y dejarlo por lo menos 10 cm de la pared para una mejor ventilación.
- Sellos defectuosos. Empaques dañados en la puerta provocan fugas constantes de frío. Una forma sencilla de verificarlo es colocando un billete en la puerta cerrada; si sale con facilidad, los sellos necesitan reemplazo.
- Termostato al máximo. No es necesario configurarlo al nivel más alto de enfriamiento. En climas templados, se recomienda mantenerlo entre los niveles 2 y 3; en climas cálidos, entre 3 y 4.
Implementar estos consejos no solo contribuye a la economía familiar, sino también al uso responsable de los recursos energéticos.
Con estas pequeñas acciones, podrías reducir tu recibo de luz entre un 20% y 35%, manteniendo el mismo nivel de uso de electricidad en tu hogar.