La guerra Rusia-Ucrania dispara los precios del petróleo y Estados Unidos analiza un embargo al crudo ruso
La Casa Blanca analiza prohibir las importaciones de crudo desde Rusia, el tercer productor más grande del mundo; mientras Europa está pensando medidas para cortar su dependencia del gas.
Justo cuando los países empezaban a ver el fin de las disrupciones en la cadena de suministros, derivadas de la pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania disparó los precios de casi todas las materias primas y borró las esperanzas de que la inflación pueda ser frenada, al menos en el corto plazo.
"No cerrás el segundo mayor productor de materias primas del mundo sin esperar que pasen cosas malas", le dijo Jeff Currie, de Goldman Sachs, a Bloomberg. En los últimos días se han disparando los precios de las commodities, desde petróleo y gas hasta metales y granos.
A los problemas propios de un conflicto armado, las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea están empujando a las empresas -incluyendo bancos, refinerías y navieras- a alejarse de Rusia. Cerca del 70% del crudo ruso tenía problemas para encontrar compradores, según la consultora Energy Aspects. Los mercados energéticos están en caos, especialmente el petróleo que se utiliza en la producción de casi todo.
Los futuros del Brent, el crudo de referencia para la mayoría de los países, subieron a un máximo de 10 años, cerca de u$s 120 el barril, por los problemas para conseguir seguros o camiones cisterna. Según proyecciones de JPMorgan Chase, el precio del petróleo podría alcanzar los u$s 185 a fin de año. Los futuros del TTF, el gas de referencia en Europa, aumentaron 41% a 200 euros (u$s 218) por megavatio hora. El carbón también subió un impresionante 80%.
La semana pasada, la Agencia Internacional de Energía (AIE), que depende de la OCDE, acordó liberar 60 millones de barriles de crudo (alrededor del 4% de sus reservas estratégicas) para tratar de frenar la escalada de precios, pero el impacto es limitado. Es la cuarta vez que la AIE toma una medida así, las anteriores fueron durante la guerra del Golfo (1991), el huracán Katrina (2005) y la guerra de Libia (2011).
Hasta ahora, Estados Unidos y Europa han protegido al sector energético de las sanciones económicas contra Rusia -que, por ejemplo, golpearon a Sberbank y VTB, los dos mayores bancos rusos, pero dejaron fuera al tercero, Gazprombank, ligado a la empresa de gas estatal.
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De hecho, la semana pasada Gazprom dijo que seguía enviando gas a Europa, en línea con los volúmenes previos a la guerra. Bruegel, un think tank con base en Bruselas, estimó que las importaciones europeas de gas alcanzaron un récord de u$s 755 millones el 2 de marzo, debido al aumento de precios.
Pero a medida que la invasión se extiende y ser torna más agresiva -Ucrania ha denunciado crímenes de guerra y el ataque directo a objetivos civiles por parte de los rusos- los países están considerando endurecer sus medidas.
La Administración Biden analiza prohibir las importaciones de crudo ruso. Según Bloomberg, ya hay conversaciones dentro del gobierno y con los sectores del petróleo y gas en EE.UU. sobre el impacto que la medida tendría en los consumidores y en el suministro mundial. Un grupo de legisladores, incluyendo a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, también está presionando al gobierno para que frene las importaciones.
Rusia es el tercer productor mundial de crudo después de EE.UU. y Arabia Saudita. Aunque los estadounidenses podrían reemplazar sus importaciones de crudo ruso a través de otros países, sus aliados europeos están más complicados: Rusia exporta alrededor de 5 millones de barriles diarios, de los cuales casi la mitad van a Europa, y otros 2,7 millones b/d en productos derivados del petróleo.
Por otra parte, la OPEP+, de la que Rusia forma parte, no se moverá un milímetro de su plan de aumentar la producción en 400.000 barriles diarios, a pesar del caos en el mercado, la dispara del petróleo y el pedido de varios países.
Rusia también representa alrededor del 40% de las importaciones de gas en Europa. La crisis energética de fines de 2021 y la guerra en Ucrania han puesto de manifestó la excesiva dependencia del gas ruso. Se espera que la UE anuncie el martes nuevas medidas para garantizar la seguridad energética, lo que incluiría aumentar las importaciones de gas desde EE.UU., Qatar, Noruega, Egipto, Argelia y Azerbaiyán.
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