

Luego de que Donald Trump hiciera polémicas declaraciones sobre el paracetamol y su posible vínculo con el autismo en los bebés, se generaron fuertes reacciones a nivel mundial.
La Comisión Europea (CE) desmintió en las últimas horas las afirmaciones del presidente estadounidense, y también hizo lo propio la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Olof Gill, portavoz adjunto de la presidenta de la CE, Ursula von der Leyen, aseguró que no existe "prueba alguna" que sugiera que el consumo de paracetamol durante el embarazo pueda causar autismo.
Las declaraciones de la polémica: qué dijo Trump sobre el paracetamol
Trump aconsejó limitar el uso del Tylenol (marca comercial del paracetamol en Estados Unidos) en mujeres embarazadas y recién nacidos, asociando directamente el medicamento como causante de autismo, pese a que el sector médico califica el fármaco como seguro.

Acompañado por el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., y otros funcionarios de su administración, el mandatario abrió su intervención describiendo al autismo como una "horrible, horrible crisis".
El Presidente aseguró que los diagnósticos de autismo en Estados Unidos aumentaron más de un 400% desde el año 2000, y reiteró que su gobierno está comprometido en encontrar las causas de ese incremento. Sin embargo, los expertos coinciden en que la mayor parte del aumento se debe a la ampliación de los criterios diagnósticos y a una mayor conciencia pública, más que a un incremento real de casos graves.
"La Unión Europea cree en los hechos y en la ciencia sólida", afirmó Gill en una rueda de prensa, subrayando que el paracetamol es un medicamento autorizado y monitorizado de manera rigurosa por la Agencia Europea del Medicamento (EMA).
Según Eva Hrncirova, portavoz de la CE para asuntos de sanidad, la EMA revisó y monitoreado el uso del paracetamol durante el embarazo y no ha encontrado evidencia que vincule su consumo con el autismo, ni con malformaciones en el feto o efectos negativos en los recién nacidos.
Además, Hrncirova recordó que, como cualquier otro medicamento, el paracetamol debe ser utilizado bajo supervisión médica.
Por otro lado, la OMS también se pronunció al respecto este martes, reafirmando que no existe evidencia que relacione el paracetamol o las vacunas con el autismo.
Según el portavoz de la entidad, Tarik Jasarevic, aunque algunos estudios sugirieron una posible asociación, no lograron demostrar una relación concluyente, y los resultados siguen siendo inconsistentes.
La OMS fue clara al afirmar que "las vacunas no causan autismo", refutando nuevamente las afirmaciones que circularon también en torno a este tema.
La CE y la OMS coincidieron en subrayar la importancia de basar las decisiones de salud pública en la evidencia científica y seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias














