Murió Joseph Safra, el hombre más rico de Brasil

De origen libanés, amasó una fortuna de u$s 23.000 millones en sus 82 años y fue el símbolo de la era de los grandes banqueros. 

A los 82 años murió Joseph Safra, el hombre más rico de Brasil, que creó un imperio financiero internacional con sede en Nueva York y otras capitales financieras, valorado en u$s 85 mil millones.

El presidente del Banco Central de Brasil, Roberto Campos Neto, dijo que Safra "sin duda deja lecciones para todos los que trabajan en el sistema financiero nacional y buscan mejorarlo día a día. Al mismo tiempo. Era un filántropo muy generoso. El humanismo de este gesto no se puede olvidar".

Safra fue despedido por los presidentes de los principales bancos de Brasil, la Asociación Brasileña de Bancos (ABBC) y la Federación Brasileña de Bancos (Febraban), entre otros. 

Cultor de un bajo perfil, Safra (cuya fortuna personal se calcula en u$s 23 mil millones) era la quinta generación de un clan de banqueros que comenzó en Alepo (Siria) luego se trasladó a Beirut (Líbano), donde nació Safra (1938), el menor de una familia de 9 hermanos, que incluía a Edmond otro prominente banquero que muró en Mónaco, en  1999, como consecuencia de un incendio provocado por un empleado.  En 1953, el patriarca Jacob y Edmond  se mudaron a Brasil, y en 1967 fundaron Safra Financiera.  Tras una serie compras, en 1972 nace Banco Safra, que eventualmente se convertiría en el octavo banco privado más grande de Brasil.  

Joseph se hizo cargo de la dirección del banco luego de que Edmond vendiera su parte para concentrarse en sus negocios en Europa y Estados Unidos.  En 2006, Joseph compró la parte de Moise y se dedicó a expandir el negocio familiar.  En la actualidad, el Grupo Safra incluyen al Banco Safra, el Banco Nacional Safra de Nueva York y Sarasin, un banco privado suizo que compró en 2011 por unos u$s 2100 millones y rebautizó como J. Safra Sarasin.

Pero su imperio no se basaba sólo en las finanzas: Safra era dueño del 50% de la compañía bananera Chiquita Brands International; y del 30 ST Mary Axe (conocido popularmente como The Gherkin), el rascacielos de forma ovalada diseñado por Norman Foster  que se transformó en uno de los edificios más icónicos del skyline de Londres. Fanático del Corinthians, Safra vivía en una mansión de 130 habitaciones ubicada en Morumbí (San Pablo).

Si bien se caracterizó por la filantropía –donó varias esculturas del artista francés Auguste Rodin, fue uno de los principales donantes de los hospitales paulitas Albert Einstein y el Sirio Libanés; ayudó a construir varias sinagogas y fue un miembro activo de la comunidad judía brasileña– y la poca afición por las cámaras, en  2009 un escándalo conectado con Bernie Madoff (sentenciado a 150 años de prisión en los EE.UU. por la organización de un esquema Ponzi que llegó a facturar u$s 17,5 millones), lo colocó en el centro de la atención pública.

 

Debido al deterioro al deterioro de su salud, sus hijos Jacob, David y Alberto, estaban asumiendo gradualmente mayores responsabilidades dentro del negocio familiar. En 2019, Alberto decidió separarse del prestamista para lanzar su propia empresa, ASA Investments. Ahora, Jacob, el mayor, dirige la parte internacional de las operaciones, mientras que David supervisa la empresa brasileña.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El hombre más rico de Brasil, el banquero Joseph Safra, con una fortuna valuada en u$s 23.000 millones, falleció hoy a los 82 años en la ciudad de San Pablo.

En medio de la pandemia de coronavirus, que en Brasil 6.730.000 infectados y 179.'000 muertos, el banco Safra aclaró que el banquero falleció por causas naturales. 

Según Folha, el empresario sabía que el éxito de los negocios dependía de la confianza que se depositaba en él, y fue el símbolo de la era de los grandes banqueros.

En todo caso, Safra jamás se jactó de ser el más rico de Brasil, tal vez por su naturaleza discreta y también por su actividad profesional. El empresario libanés acumuló activos por valor de u$s 23.300 millones durante su vida, según la lista de multimillonarios de Forbes. 

De hecho, su discreción fue puesta a prueba en la crisis financiera mundial que comenzó en 2008: el banco Safra tenía u$s 300 millones de dólares de clientes invertidos con el banquero estadounidense Bernard Madoff, que incumplió sus compromisos después de que su esquema piramidal financiero ilegal se derrumbara.

Pero la crisis no afectó al banquero sino que incluso, éste duplicó su patrimonio personal en comparación con el 2007, hasta u$s 16.000 millones.

En todo caso el problema era la imagen de la institución, algo clave en la actividad bancaria, y preocupado de que se viera afectada, a sus entonces 70 años Safra suspendió el proceso de sucesión y retomó el mando del banco.

El caso Edmond Safra

Aunque su muerte ha conmocionado a la industria financiera brasileña, hasta 1999 el miembro más famoso del clan Safra fue su hermano mayor Edmond.

Edmond y su padre, Jacob, fueron los primeros en viajar a Brasil, donde crearon el Banco Safra. Con el tiempo, Edmond se alejaría de la empresa familiar para desarrollar sus propios emprendimientos en Europa y Nueva York. De hecho, poco antes de morir Safra vendió su banco, Republic National Bank of New York, al HSBC por u$s 10.300 millones, una cifra récord para la época.

Edmon Safra murió en su departamento de Mónaco, en un incendio que más tarde se descubría había sido provocado por Ted Maher, su enfermero. La versiones que rodean al hecho son múltiples, en un principio Maher había dicho que unos hombres armados los habían querido robar; luego se desdijo y reveló que él había iniciado el incendio con el objetivo de apagarlo a tiempo y quedar ante los ojos de Safra como un héroe. La prensa norteamericana también dijo que el ex boina verde había desarrollado una adicción al juego y los motivos del asesinato podrían haber sido económicos.

Otra versión apunta a que a través del Republic National Bank of New York, Safra habría colaborado con el FBI en el desmantelamiento de un esquema de lavado de activos que involucraba a la mafia rusa, y la muerte de Safra podría haberse tratado de una venganza.   

En todo caso, Maher fue condenado por el hecho y salió de prisión en 2007.

Joseph, sin embargo, quedó traumatizado por la situación y desde aquel momento elevó al máximo su custodia personal.

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