China anunció que abrirá su industria automotriz a la inversión extranjera

El Ministerio de Industria de ese país afirmó que se estableció el calendario para ese proceso.  También dijo que se cancelaron las restricciones para rubros como la fundición de tierras raras y la fabricación ordinaria. 

China continuará abriendo su sector manufacturero pese al proteccionismo que surge en otros países, señaló hoy el viceministro de Industria y Tecnología Informática Wang Zhijun, y destacó que a los inversores extranjeros se les permitió acceder a la fabricación de aeronaves, barcos y otros equipos cruciales, de acuerdo con las listas negativas de inversión extranjera revisadas en 2018.

En declaraciones a Xinhua, el funcionario aclaró que se estableció el calendario para la apertura de la industria automotriz, se cancelaron las restricciones a la inversión extranjera en la fundición de tierras raras y otros recursos minerales, y se abrió totalmente la fabricación ordinaria.

Wang indicó que China implementará completamente la política de apertura con respecto a aeronaves, barcos, automóviles, telecomunicaciones y otros sectores, revisará y acortará las listas negativas para las zonas piloto de libre comercio, así como para todo el país, y ampliará las áreas en las que la inversión extranjera es alentada.

En otro orden, Wang indicó también que el alza de aranceles de Estados Unidos en cierto grado dará como resultado el aumento de los costos de operación de las empresas, la reducción de la competitividad y la disminución de pedidos, pero su impacto en el sector manufacturero de China es controlable en términos generales.

Los aranceles adicionales impuestos por EE.UU. a productos chinos por un valor de u$s 200.000 millones, representan 41,8% de las exportaciones de China al país norteamericano, pero apenas constituyen el 8% de las exportaciones totales de China, dijo el viceministro chino de Industria y Tecnología Informática.

Además, alrededor de la mitad de las empresas afectadas son negocios con fondos extranjeros, entre ellas muchas compañías estadounidenses, mencionó Wang.

En otras palabras, el aumento de aranceles no sólo daña los intereses de empresas y consumidores chinos, sino también de compañías y consumidores de Estados Unidos, así como de la cadena de suministro global, recalcó Wang.

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