Se conocieron en la guerra, fracasaron con una arrocera y hoy viven de la Playstation: así nació Sony
La compañía japonesa lleva más de 70 años en el mercado y en un comienzo lideró la carrera por la innovación tecnológica. Hoy se centra en el negocio de los videojuegos.
Supo ser punta de lanza en la carrera por la innovación tecnológica a nivel mundial, sin embargo su historia comenzó con un proyecto fallido que tuvo una pobre performance de ventas. A pesar de haber perdido terreno, la japonesa Sony continúa siendo una de las compañías más reconocidas por sus productos electrónicos. Y su historia comenzó con dos entusiastas que se conocieron durante la Segunda Guerra Mundial.
Masaru Ibuka era dueño de una empresa de instrumentos electrónicos que había ganado relevancia por sus negocios con el Gobierno, en particular en temas de defensa. Era conocido por su capacidad en el ámbito de la ingeniería y su creatividad a la hora de innovar. Por su parte, Akio Morita se desarrollaba en su empresa familiar de sake y se destacaba por su carisma y habilidad para manejar la compañía.
De la guerra al mundo emprendedor
Ambos se encontraron por primera vez en pleno conflicto armado. Se desempeñaban como investigadores dentro del ejército y tenían encargada la tarea de desarrollar armamento termodirigido. Si bien Ibuka era 13 años mayor que Morita crearon una relación cercana.
Cuando terminó la guerra, Ibuka abrió una nueva empresa en una tienda departamental que había sido bombardeada. Ahí se encargaba de convertir radios en receptores de onda corta. Morita leyó en un diario sobre el emprendimiento de su antiguo compañero y se contactó con él para unirse al proyecto. De esta manera fundaron la Corporación de Ingeniería en Telecomunicaciones de Tokyo, más conocida como Totsuko, en 1946.
Uno de sus primeros productos fue una arrocera eléctrica, sin embargo esta no tuvo las ventas esperadas y estuvo poco tiempo en el mercado. El éxito recién llegaría en los 50, cuando Ibuka viajó a los Estados Unidos para obtener la licencia de los transistores creados por Bell Labs. Esto lo utilizaron para producir la primera radio de transistores en Japón en 1955 y dos años más tarde rompieron el mercado con su versión portátil. Ibuka aportaba su creatividad en la ingeniería y Morita lo condimentaba con su sabiduría en marketing.
Innovar a su manera
La firma comenzó a hacerse conocida no por inventar productos sino por utilizar la tecnología existente y darle una vuelta de tuerca para aplicarla a objetos cotidianos. Morita se puso al hombro la internacionalización de la compañía, en particular en el mercado estadounidense, donde se convirtió en una figura reconocida. Por eso en 1958 decidió adoptar el nombre Sony, del latín ‘sonnus' que significa ‘sonido', para que fuera una marca fácil de recordar y pronunciar para los occidentales.
"Nuestro plan es liderar al público con productos nuevos y no preguntarles qué tipo de productos quieren. El público no sabe qué es lo posible, pero nosotros si", aseguró Morita en su autobiografía. En 1961 fueron la primera compañía japonesa en cotizar en la Bolsa de los Estados Unidos, donde ya tenía una tienda oficial sobre la Quinta Avenida. Luego, siete años más tarde, también lanzaron su televisor a color Trinitron.
En el camino hubo traspiés. Fue pionera en 1975 con el lanzamiento de la videograbadora bajo la marca Betamax, pero un conglomerado de empresas salió a competirle con un formato más pequeño y económico, el VHS, y lograron desplazarla. Esto lo aprendió luego a la hora de acordar el formato estándar del CD para su negocio.
No obstante, el boom de Sony llegó en los 80 con sus productos electrónicos de música. Primero fue el Walkman creado en 1979 por un ingeniero de la empresa para que Ibuka pudiera escuchar opera durante sus viajes en avión. Luego llegó el reproductor de CDs (compact disk) en 1982, en alianza con la neerlandesa Philips.
Entrada a nuevos negocios
Y llegó la diversificación. En 1988 adquirió CBS Records y al año siguiente compró Columbia Pictures por US$ 3400 millones. Poco tiempo después las renombró como Sony Music Entertainment y Sony Pictures Entertainment respectivamente.
Pero con su crecimiento, Sony también perdió sinergia y se convirtió en un holding de islas. A esto se le sumó una doble tragedia: en un lapso de un año, entre 1992 y 1993, Ibuka y Morita tuvieron que retirarse de la actividad por problemas de salud. Fallecieron en 1997 y 1999.
Con el tiempo, la firma tuvo que reestructurarse. Por caso, se desprendió de su negocio de laptops y PC, bajo la marca Vaio, en 2013. Aunque también se reposicionó, pero no en el negocio de la música y las películas, sino en el de los videojuegos con el lanzamiento de la consola Playstation en 1994. El año anterior, el primero sin ninguno de sus fundadores en la empresa, exhibió pérdidas en su balance.
Hoy, la unidad dedicada a videojuegos representa un tercio de su facturación (29 por ciento). En tanto, la pata dedicada a productos electrónicos, que incluye desde televisores, cámaras y teléfonos - se quedó con la totalidad de la sueca Ericsson en 2012 - se lleva un 21 por ciento del total. El cine, solo un 8,5 por ciento.
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