Plan Canje de celulares, medio ambiente y el papel de la innovación
Cómo es el plan y cómo realmente impacta en la ecología.
Hace algunos días, la empresa líder en venta de Smartphones en Argentina anunció el lanzamiento de un programa que pone de manifiesto un problema central de la producción tecnológica a escala: ¿Qué hacemos con el descarte? ¿Qué impacto tiene para el planeta? ¿Cómo re-integramos toda esa chatarra tecnológica a la cadena productiva?
Todas estas preguntas parecen encontrar respuestas en el Plan Canje impulsado por Samsung, la compañía surcoreana que lidera el mercado nacional de venta de teléfonos inteligentes desde hace más de quince años. Luego de lanzar los primeros modelos que emiten señal 5G en el país a comienzos de año, la marca intenta promover un modelo de economía circular incentivando a sus usuarios a obtener una financiación de tres cuotas sin interés y un ahorro estimado en $12.000 al entregar un Smartphone usado de la línea Galaxy J como parte de pago para adquirir los nuevos teléfonos Galaxy A13 y A23.
Al entregar los dispositivos usados, estos son luego reacondicionados para retornar al circuito de venta con precio diferencial o también se reciclan las partes para que puedan ser reutilizadas en la fabricación de teléfonos con tecnología más moderna. De esta manera, Samsung se compromete a actuar de acuerdo con los pilares de la sostenibilidad en los productos móviles, ofreciendo una respuesta concreta centrada en acciones y no tanto en discursos, tal como reclaman los consumidores preocupados por el impacto ambiental y el rol de las grandes corporaciones en el cuidado del planeta.
En adición, la empresa surcoreana promovió a nivel global el programa Creative Lab (C-Lab), a propósito de la semana mundial de la Creatividad y la Innovación. Esta iniciativa, que se realiza desde 2012, promueve y fomenta una cultura creativa dentro de la empresa, alentando a colaboradores a que sugieran proyectos y puedan disponer de apoyo para probar su eficiencia. La compañía ya ha apoyado a más de 300 start-ups en Corea como parte de este plan y planea extenderse a más de 500 proyectos para que provea financiamiento para seguir promoviendo la cultura de innovación.
Estos dos compromisos se han interpretado como una respuesta de la compañía a las diversas demandas de organizaciones ecologistas como Greenpeace, cuando en 2017 le reclamó a la empresa haber generado "730.000 kilogramos de basura tecnológica con el descarte de los fallidos Galaxy Note 7" o las demandas de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y diversos reportes periodísticos, que denuncian una supuesta cultura laboral verticalista puertas adentro de Samsung, con borracheras obligadas por los jefes, horas de trabajo interminables y una la mirada peyorativa hacia los empleados de la compañía tecnológica que deseen disfrutar de su derecho a tomarse vacaciones.
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