El plan del número 1 de Microsoft en la Argentina para "hacer historia" sin conocerles la cara a sus empleados
Fernando López Iervasi asumió como número uno de la filial local en plena pandemia. Tiene experiencia previa en consumo masivo y retail además del sector tecnológico y una carrera internacional. La clave del liderazgo hoy, según define: la empatía.
"Hay dos formas de vivir las cosas: o leyendo como otros lo hacen o haciéndolas. Y yo tengo vocación de hacer". Quien habla es Fernando López Iervasi, actual Gerente General para Microsoft Argentina que asumió durante el 2020 en plena pandemia. Su recorrido pone en evidencia este mantra: tiene más de 20 años de trayectoria y amplia experiencia en industrias de tecnología, retail y consumo masivo en empresas como Unilever, Carrefour, Philips y Google en Chile, donde trabajó 9 años. Durante los últimos tres se desempeñó en Microsoft como director de Negocios y Grandes Empresas para la Argentina, rol en el que contribuyó a acelerar la transformación digital de compañías líderes en el país.
Durante julio de 2020, en un contexto de pandemia, López Iervasi asumió como gerente General. "Estoy transitando algo que nunca imaginé. A mi equipo no lo vi físicamente todavía. Es un gran desafío, hay que apostar por una nueva gestión y liderazgo, conectar de otra manera", explica. Para López Iervasi, la clave del liderazgo hoy está en la empatía. Entender lo que le pasa a la otra persona, simpatizar y actuar en consecuencia, desde el envío de una silla y materiales para que pueda trabajar desde su casa a generar espacios de desconexión. "De un día para el otro, todos pasamos a tratar de trabajar desde casa, con la vida personal y laboral sucediendo en un mismo lugar. Que hoy aparezca un niño en la videollamada está bien visto y nadie tiene pudor, utilizamos las cámaras prendidas en las reuniones entendiendo que hoy se da una convivencia familiar y laboral", explica López Iervasi, padre de tres hijos.
Lo cierto es que si bien hoy se desempeña como gerente General en una de las compañías tecnológicas más importantes, no fue ese rubro su puerta de entrada al mundo corporativo. Ingeniero Industrial (UBA), López Iervasi confiesa que estuvo a punto de estudiar Ingeniería Electrónica por su fascinación por la tecnología pero desistió por un test vocacional. Realizó un MBA en la Escuela de Estudios Superiores de Comercio de París (vivió y estudió en siete países) y pasó a ocupar roles de marketing en empresas de consumo masivo y retail. Fue en 2008 que dio el salto hacia el área de tecnología, camino que se afianzó en 2017 con su llegada a Microsoft en donde se define "en un mix entre tecnología y negocios".
Como aprendizajes en estos 20 años de trayectoria, rescata dos: la capacidad de desaprender y ser protagonista. "Es muy importante aprender rápidamente y para hacerlo tenés que romper con cosas que aprendiste en el pasado. No es que uno arrastra todo lo que aprendió en una mochila, hay cosas que cambian, hay que tener la capacidad de decir ‘esto que aprendí ya no me sirve más'. Un ejemplo concreto del hoy: estoy construyendo un liderazgo en un momento en el que no puedo ver cara a cara a nadie físicamente. Durante 20 años aprendí que ante un equipo nuevo había que crear espacios para conocerse, reunirse en un lugar apartado para construir relacionamiento. Todas esas herramientas ya no me sirven más. Tener la capacidad de rápidamente decir ‘esta es la realidad, la acepto y construyo a partir de ahí' es un patrón a lo largo de mi carrera", explica.
"También parte de mi ADN es que tuve la suerte de estar en momentos históricos de grandes transformaciones de ciertas industrias. Hoy en Microsoft somos protagonistas en escribir la historia de la inteligencia artificial y como esto ayuda potenciar la capacidad humana", señala.
En su tiempo libre, disfruta leer sobre actualidad y negocios y hacer deporte: entrena 4 veces por semana. Para organizarse, hace listas de sus objetivos diarios, semanales y también trimestrales, definiendo un porcentaje de tiempo que dedicará a un tema determinado durante tres meses. Atribuye a este tipo de organización tener "mente de ingeniero".
¿Una figura a la que admira? Satya Nadella, CEO de Microsoft, a quien escuchó en una conferencia cuando aún no trabajaba en la compañía. "Fue como un imán. Hoy es más evidente que Microsoft está haciendo cosas grandes pero en 2016 la compañía se estaba reinventando. Estoy acá en parte porque en su momento él me inspiró". Guadalupe Sánchez Granel
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