Quién es el preso detrás del ataque a un hospital de Rosario que terminó con un policía asesinado
Un comando ingresó a la institución y comenzó una balacera en la que murió un policía. Sin embargo, los investigadores creen que el objetivo fue Guillermo Lencina.
El martes por la noche, un comando de sicarios ingresó al Hospital Provincial de la ciudad de Rosario y desencadenaron una feroz balacera que terminó con la vida de un policía e hirió a una enfermera. Sin embargo, para los investigadores, el foco del ataque habría sido otro.
Se trata de Gabriel Guillermo Lencina, quien se encontraba internado bajo traslado del Servicio Penitenciario provincial. El preso tiene una condena de 22 años de cárcel por diversos crímenes cometidos.
Según los investigadores, Lencina, de 29 años, no parece estar vinculado a las grandes estructuras narco de la ciudad. Sin embargo, se lo relaciona con Hernán "Lichi" Romero, un supuesto traficante.
¿Cómo fue el ataque en el Hospital de Rosario?
Cuatro sicarios descendieron de un Fiat Uno blanco, ingresaron a la institución y comenzaron un tiroteo. Según las fuentes policiales, Guillermo Lencina podría haber sido el foco que incentivó el ataque.
El atemorizante prontuario del preso detrás del asesinato del policía en Rosario
Lencina se encuentra preso desde 2013, acusado de una serie de violentos delitos como un homicidio, una tentativa de homicidio e instigar a otra muerte. Actualmente, posee una pena de 22 años.
Durante su condena, pasó por varias cárceles. Según la ficha penitenciaria, tuvo una conducta "ejemplar" y un concepto "muy bueno" por su comportamiento en prisión.
¿Cómo fue el ataque en el hospital de Rosario?
El comando de sicarios ingresó al Hospital Provincial de Barrio Martín alrededor de las 22. Inmediatamente, balearon al subinspector Leoncio Bermúdez, quien falleció en el acto.
Las autoridades investigan si el foco del ataque fue Guillermo Lencina, o por el contrario, si los involucrados intentaban liberarlo.
La Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontró en el lugar seis vainas servidas, sangre y el cargador de la pistola del oficial en el suelo. El caso continuará a manos de la fiscal Gisela Paolicelli.
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