

Cuando se trata de niños, es frecuente que transcurran solo algunos meses después de la pérdida de un diente para que otro nuevo comience a aparecer.
Sin embargo, en la etapa adulta, esta habilidad de regeneración no se manifiesta de la misma manera. Como consecuencia, se torna imprescindible acudir a profesionales en busca de soluciones incómodas como los implantes dentales o prótesis removibles.
"La posibilidad de cultivar nuevos dientes es una aspiración compartida por todos los profesionales de la odontología", afirmó Katsu Takahashi, director del Departamento de Odontología y Cirugía Oral en el Hospital Kitano.
No obstante, un descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad de Kyoto y la Universidad de Fukui de Japón podría convertir este sueño en una posibilidad.

Adiós implantes: ¿cómo es el medicamento que podría hacer crecer los dientes?
La idea de crear un medicamento que estimule el crecimiento orgánico de los dientesemergió después de observar que la supresión de determinados genes en roedores ocasionaba una reducción en el número de piezas que desarrollaban.
"La idea era simple: si la modificación genética llevaba a una disminución en la cantidad de dientes, entonces debería haber una forma de lograr lo contrario", explicó Takahashi.
Años después, el equipo llegó a la conclusión de que la ausencia de la proteína USAG-1 era la causal. Basándose en esta premisa, comenzaron a crear un fármaco con anticuerpos que sean capaces de bloquear dicha enzima.
En 2021, se publicó un artículo que exhibió los resultados. Durante los ensayos, el fármaco demostró un éxito notable para generar el crecimiento de nuevos dientes en hurones entre los dientes frontales ya existentes, los cuales adquirieron una forma idéntica a los originales.

¿El medicamento que promueve el crecimiento dental podría estar disponible para uso humano?
La siguiente etapa que el equipo emprenderá será la adaptación del fármaco para su administración en seres humanos.Los ensayos clínicos comenzaran en 2024. En consonancia con esto, los científicos tienen la confianza de que el desarrollo esté listo para su utilización en 2030.













