En esta noticia
Hacer ejercicio a menudo resulta desafiante debido a factores como la falta de motivación o el cansancio de la rutina diaria que uno lleva. La falta de tiempo y la fatiga acumulada pueden hacer que la idea de realizar actividad física parezca más difícil de incorporar en la vida cotidiana.
Además, las barreras psicológicas, como la autocrítica o la baja autoestima, también contribuyen a la resistencia para iniciar o mantener una rutina de ejercicio. Sin embargo, una investigación determinó que hay un factor corporal que incide en esto.
Conocé qué dicen los expertos sobre la actividad física y por qué es necesario tenerlo en cuenta.
Gimnasio: ¿la falta de ganas no es el único motivo por el que las personas no van?
Si bien hay muchos factores que inciden en que muchas personas les cueste ir al gimnasio, un estudio de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania, determinó que las bacterias intestinales influyen en la aptitud física.
La investigación determinó que lapresencia o ausencia de ciertas especies de bacterias intestinales juega un papel importante. Por ello, los científicos recopilaron datosde ratones genéticamente diversos.
Observaron las vueltas diarias que los ratones daban voluntariamente en una rueda y también la distancia que lograban recorrer antes de fatigarse. El resultado dio que las bacterias intestinales demostraron ser más influyentes que la genética en el rendimiento físico.
Estudio científico: ¿cuáles son las bacterias que influyen en las ganas de hacer ejercicio?
Según la información recopilada hay dos bacterias que influyen en nuestro sistema: la Eubacterium rectale y Coprococcus eutactus. Ambas impactan positivamente en el rendimiento de roedores al estimular receptores, generando un deseo constante de ejercicio.
Los científicos sugieren que esta conexión intestino-cerebro podría existir también con los humanos.
Este descubrimiento permite entender un poco más acerca de los deseos de hacer ejercicio y afirma que ciertas bacterias intestinales pueden influir muchísimo a la hora de tener ganas de ir al gimnasio.
