

En algunos países del mundo dos veces al año se realiza una modificación en el horario. El fin es alinear las horas de luz con las actividades de las personas y en el proceso, promover el ahorro energético.
En Estados Unidos, el próximo 10 de marzo a las 2 de la mañana se adelantarán una hora los relojes en todos los estados, con excepción de Arizona y Hawai que seguirán con su huso horario habitual. La hora volverá a corregirse el 3 de noviembre atrasando los relojes 60 minutos.
Como los cambios bruscos de horario suelen producir distintos trastornos en el organismo, el centro médico Mayo Clinic realizó un estudio en todo el territorio estadounidense que realiza el cambio horario. El objetivo fue determinar si esta práctica produce algún inconveniente en la salud del corazón.

Cambio de horario: ¿cómo impacta esta práctica en la salud del corazón?
El centro médico basó su investigación en el estudio de más de 3 millones de individuos mayores de 18 años. Buscó cualquier conexión entre el cambio de hora y los problemas cardiovasculares graves, incluyendo ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En busca de precisión para su diagnóstico, los especialistas apuntaron su investigación en las semanas previas a los cambios de horarios que se producen en la transición de la primavera al verano y del otoño al invierno. Se tomaron en cuenta los siguientes factores:
- Ataques al corazón.
- Accidentes cerebrovasculares.
- Shock cardiogénico.
- Paro cardíaco.
"Durante 5 años, buscamos en todo Estados Unidos, y lo que encontramos es que es poco probable que haya una diferencia clínica significativa en la salud cardiovascular relacionada con el cambio de hora", explicó el Dr. Benjamin Satterfield, autor principal del estudio.

El resultado de la investigación registró más de 74 milcasos de eventos cardiovasculares durante los períodos estudiados. Cada uno de ellos se documentaron como episodios cardiovasculares adversos.
"Estos episodios cardiovasculares son condiciones de salud comunes. Esto nos llevó a la pregunta de saber si ocurrirían de alguna manera si no hubieran seguido la transición del cambio de hora," explicó Satterfield.
Durante la investigación se notó un ligero aumento de casos que coincidían con la transición. Pero al analizar la totalidad de los datos, los especialistas precisaron que no eran significativamente importantes.
"Los cambios encontrados durante el estudio no son clínicamente significativos. Cuando se toman decisiones sobre la abolición del cambio de hora, no hay necesidad de tener en cuenta los problemas de la salud del corazón", detalló el especialista.

Sin embargo, los especialistas del centro médico reconocen que es necesario seguir estudiando las respuestas del organismo ante los cambios horarios.
"En la actualidad nos estamos enfocando en el impacto que puede tener el cambio horario con los accidentes automovilísticos y en la salud mental de las personas", concluyó Satterfield.












