

El 70% de la deuda que está emitiendo actualmente Martín Guzmán está indexada a la inflación. Con precios en aumento, el costo financiero para el Tesoro va en igual dirección.
En el Memorándum de Entendimiento con el staff del FMI, el problema quedó expuesto claramente: "Tenemos previsto reducir gradualmente el uso de instrumentos vinculados a la inflación", promete el ministro Guzmán en el Memorando de Políticas Económicas y Financieras. ¿Podrá hacerlo?
Deuda, inflación y dólares
El problema de la deuda en ascenso se trasladó de la economía a la política en el marco del tratamiento legislativo del entendimiento con el FMI.

El diputado Luciano Laspina, uno de los referentes económicos de Juntos por el Cambio, advirtió ayer en la Comisión de Presupuesto y Hacienda que "el acuerdo deja una bomba fiscal al próximo gobierno; las necesidades brutas de emisión de deuda subirán a u$s 105.000 millones en 2021".
"El acuerdo deja una bomba fiscal al próximo gobierno; las necesidades brutas de emisión de deuda subirán a u$s 105.000 millones en 2021", se quejó Luciano Laspina.
Y en el caso de una disparada del tipo de cambio oficial, la deuda que se emite con cláusula CER no se licúa. Por este motivo, los bonos argentinos indexados por inflación son codiciados por los inversores en la plaza local.
Con tantas necesidades financieras como las que enfrenta el gobierno de Alberto Fernández desde que asumió, las condiciones de los bonos que emite no las elige sino que responden a lo que los inversores apetecen.
Lo que el mercado quiere
A sabiendas de que la inflación irá en aumento, para participar de las licitaciones de deuda de la secretaría de Finanzas, los bancos, compañías de seguros, fondos comunes de inversión requieren mecanismos de ajuste que les brinden cobertura frente a posibles devaluaciones y saltos súbitos de los precios.
Y en el caso de una disparada del tipo de cambio oficial, la deuda que se emite con cláusula CER no se licúa. Por este motivo, los bonos argentinos indexados por inflación son codiciados por los inversores en la plaza local.
Al fin y al cabo, la licuación de deudas fue una práctica habitual desde el surgimiento de la alta inflación en la Argentina y nadie quiere repetir experiencias negativas.
Las expectativas del mercado muestran una inflación elevada aún. El REM dado a conocer el viernes último por el BCRA mostró que los analistas proyectan para el 2022 un incremento de 55% en el costo de vida, sin cambios respecto a la última medición.
En tanto y en cuanto esas expectativas no aflojen, difícilmente el equipo económico pueda reducir el stock de deuda indexada por el CER.
El mercado pedirá cobertura, especialmente cuando se vienen aumentos de tarifas de electricidad y gas, y en paralelo el BCRA acelera el ritmo de crecimiento del dólar oficial.
La invasión de Rusia a Ucrania alimenta más las expectativas de inflación por el impacto que tiene en el precio de los commodities y en el petróleo.
Reperfilamiento o default
Ante esta perspectiva, ¿puede incumplirse con el pago de la deuda indexada por el CER?
Lamentablemente en la Argentina todo es posible.
Basta ir hacia atrás a septiembre del 2019 cuando el gobierno de Mauricio Macri tomó la decisión de "reperfilar", sinónimo de "defaultear", la deuda en pesos que vencía en las semanas siguientes.
Por ello es que en el mercado financiero se teme a la "re re": no a la reelección presidencial, sino más bien a la "re reestructuración" de la deuda, una segunda etapa de la ya realizada en 2020.














