Las tasas de interés en pesos cayeron. Ahora los rendimientos nominales son mas bajos y los inversores deberán buscar retornos en activos mas riesgosos para poder obtener mayores ganancias.

A su vez, una menor tasa de interés podría empujar al alza al nivel de actividad y con ello se podrían favorecer las acciones. El mercado bursátil opera con menor volatilidad. Cuales son las acciones favorecidas por los analistas.

Tasas y acciones

Desde el resultado de las elecciones legislativas de octubre, en la que el Gobierno obtuvo un importante triunfo, las tasas de interés en pesos se desplomaron.

La curva a tasa fija evidencio una fuerte compresión, en la que los rendimientos mensuales pasaron de casi 6% a niveles de 2,3% mensual en todos los tramos de la curva.

En la curva CER se evidenció un proceso similar y en la que las tasas reales llegaron a cotizar en valores extremos de 50%, para luego colapsar. Hoy toda la curva se ubica debajo del 9%.

En lo que respecta a las tasas bancarias, estas también mostraron un importante ajuste. Las mismas llegaron a niveles extremos para luego desplomarse. La tasa TAMAR antes de las elecciones cayó con fuerza, pasando de niveles de 70% (TNA), para luego bajar a valores inferiores al 30%.

Por su parte, la tasa de adelantos de cuenta corriente, estos llegaron a rozar el 200% (TNA) y hoy están en valores del 30%.

Si bien esto puede ser positivo para los bonos en pesos ya que, a menor tasa, mas elevado es el precio del bono, la clave también pasa por la dinámica en las acciones.

Si las tasas de interés en pesos son más bajas, esto puede alentar al nivel de actividad ya que las compañías pueden apalancarse en pesos para potenciar sus negocios y hacerlo a un costo más bajo.

Si el nivel de actividad a nivel agregado crece, esto puede beneficiar a las acciones ya que las grandes empresas argentinas, las cuales dependen del crecimiento de la economía local.

Además, al operar con tasas mas bajas, los inversores en pesos también deberían buscar rendimientos más elevados en otra clase de activos, apareciendo allí las acciones como una alternativa.

Matías Waitzel, socio de AT Inversiones, explicó que tasas más bajas tienden a reducir el atractivo relativo de los activos de renta fija en pesos (como plazos fijos y bonos CER), lo cual puede incentivar a los inversores a buscar retornos más altos en activos de mayor riesgo, como las acciones.

“En un contexto donde la inflación empieza a moderarse y las expectativas de tasas se alinean a un sendero más sostenido, las acciones se vuelven una alternativa más competitiva en términos de retorno esperado”, dijo Waitzel.

Además, agregó que hay una relación importante entre tasas de interés y nivel de actividad económica

“Menores tasas pueden abaratar el crédito, impulsar consumo e inversión, y mejorar la dinámica productiva. Un mayor nivel de actividad tiende a reflejarse en mejores resultados operativos de las empresas, lo que impacta positivamente en sus valuaciones bursátiles”, indicó Waitzel.

Los analistas de Baires Asset Management resaltaron que, la baja de tasas de interés en pesos es, históricamente, uno de los catalizadores más potentes para el mercado de renta variable.

Según detallaron, esto se manifiesta desde tres ángulos complementarios: la valoración técnica, el flujo de fondos y el impacto en la economía real.

“La baja de tasas actúa como un doble motor. Por un lado, hace que las acciones sean más baratas en términos de valuación técnica y, por el otro, mejora los fundamentos de los respectivos negocios al aliviar costos financieros y estimular la demanda. Es el escenario ideal para que el equity local deje de valer “por expectativa” y empiece a valer por “realidad operativa”, indicaron.

Además, agregaron que la baja de tasas impacta positivamente en la operación real de las compañías desde el desapalancmaiento y aumentando las expectativas de crecimiento.

“Las empresas argentinas con deuda en pesos ven una reducción inmediata en sus costos financieros, lo que mejora directamente su ganancia neta. Por otro lado, una tasa más baja suele fomentar el crédito al consumo y la inversión productiva. Esto genera una proyección de mayor nivel de actividad futuro, lo que beneficia las ventas y márgenes de sectores industriales y energéticos estratégicos”, indicaron.

Buen dato de actividad

En relación al nivel de actividad, ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) publicó que el Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina creció un 3,3% interanual en el tercer trimestre del año, frente a un alza corregido del 6,4% durante el trimestre previo.

A nivel desestacionalizado, el informe oficial del Indec señaló que el PIB avanzó 0,3% frente al segundo trimestre del año.

En términos acumulados, el organismo estadístico precisó que entre enero y septiembre de 2025 el PIB mostró un incremento de 5,2% respecto de igual período del año anterior, de acuerdo con los datos preliminares de las cuentas nacionales trimestrales.

Así, el Gobierno evitó la recesión económica ya que lo que indican los datos es que la actividad permaneció con una dinámica positiva.

Para este año, el Gobierno nacional espera que la economía cierre el 2025 con una expansión de 5,4% en su PIB, mientras que el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del banco central arrojó un avance de 4,4% para el presente año.

En el informe del Indec se detalló que entre los sectores con mayor incidencia positiva se destacó la intermediación financiera, que mostró un incremento de 28,4% frente a igual período del año anterior.

Este sector aportó 0,96 puntos porcentuales al crecimiento del PIB.

También se registraron subas en explotación de minas y canteras, con un aumento de 10,3%, y en hoteles y restaurantes, con una variación positiva de 7,1%.

El sector de actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler mostró un avance de 3,7% interanual, mientras que transporte, almacenamiento y comunicaciones registró un incremento de 1,8%.

Incluso la construcción mostró una suba en el tercer trimestre de 1%.

Por lo tanto, a una economía que se mantuvo en tendencia positiva, la baja de tasas podría incentivar aun mas el nivel de actividad, favoreciendo a las grandes empresas y empujando a los papeles locales al alza.

Florencia Blanc, Senior Economist de Aldazabal y Cía, consideró que un mayor nivel de actividad resulta favorable para las acciones.

“Mejora las perspectivas de crecimiento de las empresas. En ese sentido, la normalización de tasas observada desde la elección ha contribuido positivamente a este proceso”, detalló.

No obstante, advirtió que, hacia adelante, desde Aldazabal y Cía ven que el modificado esquema monetario-cambiario requerirá tasas reales ex-ante en niveles consistentes con su sostenibilidad de mediano plazo.

“Esperamos que el ajuste de las tasas reales se materialice, en el corto plazo, principalmente a través de un incremento de tasas nominales, dado que una reducción acelerada de las expectativas de inflación luce menos probable”, sostuvo Blanc.

Finalmente, los analistas de Sailing Inversiones también creen que la baja de tasas en pesos puede ser un driver positivo para las acciones, principalmente por el canal de actividad económica futura.

“Un menor costo del dinero tiende a destrabar decisiones de inversión y consumo que estaban postergadas, mejora la dinámica del crédito y favorece sectores más cíclicos. En ese sentido, las acciones empiezan a descontar un escenario de mayor crecimiento hacia adelante, aun cuando los datos duros de actividad tarden en reflejarlo plenamente”, afirmaron.

Adicionalmente, agregaron que la reducción del costo de financiamiento impacta directamente en la valuación de las compañías.

“Tasas más bajas reducen el costo de capital, mejoran los flujos descontados y hacen relativamente más atractivo al equity frente a instrumentos de renta fija en pesos. A eso se suma un posible rebalanceo de portafolios desde activos monetarios hacia activos reales o acciones, especialmente si el proceso de desinflación se consolida y el riesgo macro sigue comprimiéndose, por supuesto entendiendo que se trata de inversiones para un perfil agresivo por la elevada volatilidad”, dijeron desde Sailing.

Las próximas variables

Las acciones además se verían favorecidas no solo por un eventual impulso en el nivel de actividad sino también por la baja del riesgo país.

Si el riesgo país es mas bajo, por cuestiones de valuaciones las acciones valen mas.

El valor actual de una compañía es el flujo de fondos que dicha compañía generará en el futuro traído a valor actual (descontado).

Para descontar dicho flujo se utiliza una tasa de interés, la cual depende del riesgo país. Por ende, cuanto mas bajo el riesgo país, mas elevado el flujo futuro de fondos de la compañía descontado a valor actual, y en definitiva, mas elevado es el precio de la acción.

Además, si el Gobierno logra victorias legislativas y se avanza en las reformas estructurales, las expectativas sobre los activos financieros se podrían mejorar, beneficiando también a la renta variable.

Waitzel agregó que el efecto positivo sobre las acciones se amplifica si consideramos los otros factores de confianza que están en juego, además de la baja de tasas.

“En conjunto, tasas en pesos más bajas, avances políticos que mejoren la confianza y una reducción en el riesgo país, pueden generar un entorno más favorable para el mercado accionario argentino. No se trata de un impacto mecánico ni inmediato, pero sí de un conjunto de señales que, si se sostienen, podrían traducirse en valoraciones más altas y mayor demanda de acciones en el mediano plazo”, explicó Waitzel.

Ayer fue un día importante para el Gobierno ya que, en lo que fue la primera votación en las actuales Sesiones Extraordinarias en el Congreso, la Cámara de Diputados aprobó en general el proyecto de Presupuesto 2026 con 132 votos positivos, 97 negativos y 19 abstenciones.

También se dio media sanción al proyecto de “Inocencia Fiscal”.

El proyecto pasará ahora al Senado. En la votación en particular, el oficialismo no logró derogar las leyes de financiamiento universitario y emergencia en discapacidad.

Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, en cambio, consideró que la baja de tasa no tendrá por ahora un fuerte impacto en el equity argentino.

Sin embargo, destacamos que se enfoca más en la actividad del Congreso y su impacto en las acciones.

“Estamos monitoreando muy de cerca las novedades respecto a las reformas estructurales que se tratarán en el Congreso, ya que consideramos que este será el trigger que impulse a las acciones locales a romper los máximos históricos debido a que generarían un verdadero cambio de paradigma en la economía del país”, dijo Lazzati.

Con una visión similar, Agustín Devoto, director de Macro Secutities, consideró que la baja de la tasa en pesos (que incluso ahora, en este mes es real negativa), lo ve como un fenómeno puntual dentro de un modelo que como el BCRA sostiene funciona con tasa real positiva para incentivar el ahorro en pesos y consolidar el proceso de desinflación.

En ese sentido, Devoto destacó que luce más relevante en cuanto a la performance de las acciones es la baja del riesgo país y de la tasa de los bonos en dólares.

“Eso en nuestra opinión afecta más la tasa de descuento para la valuación de las acciones argentinas”, afirmó Devoto.

Baja volatilidad y oportunidades

El final de las elecciones trajo consigo un escenario de menor volatilidad en las acciones argentinas.

La volatilidad en el índice bursátil de referencia local, el S&P Merval, evidenció una fuerte caída desde las elecciones a hoy.

Según un análisis de Delphos Investments, durante el período previo a los comicios, la volatilidad anualizada del Merval promedió 58%, reflejando la elevada sensibilidad del mercado a rumores y eventos políticos.

Sin embargo, una vez superada la instancia electoral, la volatilidad descendió al 38% actual, evidenciando el impacto directo de la certidumbre política sobre el riesgo percibido.

A su vez, detallaron que, en ventanas de 10 y 20 años, la mediana de la volatilidad del mercado argentino es de 39% anualizada.

Es decir, la reducción reciente normalizó la dinámica del índice hacia valores de largo plazo.

“Con la caída del ´ruido político´, el Merval pasó de movimientos bruscos impulsados por titulares a variaciones más consistentes con la dinámica internacional de risk-on y risk-off. Aunque la correlación entre activos locales sigue siendo elevada, la lectura fina de balances, valuaciones relativas y catalizadores sectoriales empieza a recuperar relevancia”, explicaron desde Delphos.

Por lo tanto, el escenario en acciones se ha tornado virtuoso y con un contexto de menor volatilidad.

Hacia adelante, los analistas buscan oportunidades en acciones para poder determinar su potencial alcista hacia adelante.

Los analistas de Adcap Grupo Financiero recomendaron mantener una posición sobre-ponderada en acciones argentinas, con énfasis en servicios públicos de alta beta. (Transener, TGN, Metrogas), bancos selectos (BBAR), y líderes del sector de petróleo y gas (YPF, Vista, Pampa), donde el potencial de suba hasta el precio objetivo y los múltiplos razonables respaldan una revalorización adicional.

El potencial alcista en YPF ante un escenario optimista, según Adcap Grupo Financiero es de 76%, mientras que para Vista es del 113% en ese mismo caso. Por su parte, en Pampa, TGS y Transener, el potencial alcista bajo un escenario optimista es de 68%, 26% y 37% respectivamente.

Por su parte, Maximiliano Tessio, asesor financiero, consideró que cree que sigue habiendo una historia para mayores mejores en los papeles de bancos y de Oil & Gas.

“En bancos vamos a ver en estos días pésimos balances, algo que ya está en gran medida incorporado en precios, pero no será neutro. No obstante, observando el potencial de expansión del crédito en lo que ahora es una economía normalizada, nos permite ser muy optimistas y ver estas caídas como posibilidad de compra. En Oil & Gas vemos buenos balances y mucho valor”, recalcó Tessio.

Los analistas de Balanz afirmaron que el cambio rotundo en las expectativas después de las elecciones de medio término, sumado al apoyo inédito del gobierno de Estados Unidos y a un muy favorable contexto externo del cual las acciones argentinas se habían desacoplado este año, parecerían alinearse en favor de los activos argentinos.

Según estimaciones de Balanz, pese a la suba tan pronunciada, el Merval aún tendría que avanzar cerca de un 18% adicional para llegar a los máximos registrados a comienzos de año.

“Pensando en el corto plazo, si bien las acciones ya materializaron la mayor parte de la convergencia, existe todavía un selecto grupo de acciones que podrían mostrar un retorno de entre 25% y 60% en un escenario de convergencia hacia los máximos de este año. Entre éstas, se encuentran Grupo Supervielle, Edenor, BBVA Argentina, Banco Macro, Loma Negra, YPF y Grupo Financiero Galicia”, puntualizaron.

Para ver ese potencial alcista, desde Balanz explicaron que la compresión adicional en el riesgo país debería ser un factor clave para los retornos de estas acciones, particularmente ya que son las de mayor sensibilidad a la prima de riesgo.

Los analistas de Grupo SBS, detallaron que aun pese a la fuerte suba en los papeles argentinos, se mantienen constructivos con las acciones locales.

“Seguimos viendo el mayor valor en Oil & Gas (Vista, YPF, Pampa, TGS), a la vez que el sector bancario seguirá teniendo el desafío de la transición hacia una operatoria con mayor sesgo hacia el sector privado”, dijeron.