La calificadora Moody's Investors Service cambió este miércoles la perspectiva del sistema bancario de Argentina a negativa desde estable debido al "deterioro de las condiciones operativas en medio de una reducción significativa del crecimiento esperado". La contundente decisión de Moody´s contrasta con la evaluación que realizó de otros cuatro pares regionales, para los cuales mantuvo la perspectiva "estable". Así Panamá, Paraguay, Uruguay y Centroamérica mantuvieron sus perspectivas estables respaldadas "en gran medida por los sólidos perfiles financieros de los bancos, que mitigarán los desafíos de las condiciones macroeconómicas en estos mercados en los próximos 12 a 18 meses". La calificadora de riesgo destacó que la decisión de cambiar la perspectiva del sistema bancario argentino a negativa, desde estable, refleja "el deterioro de las condiciones operativas, en medio de una reducción significativa del crecimiento económico esperado". Para Moody´s, también pesan que es probable que el PBI se contraiga 0,5% en 2023 y "una inflación persistentemente alta, que ya supera el 100% anual". "Esperamos que las condiciones operativas de los bancos argentinos empeoren en los próximos 12 a 18 meses", explicaron desde la calificadora de riesgo. "El PBI del país probablemente se contraerá un 0,5% en 2023, y el pronóstico implica importantes riesgos a la baja debido a la severa sequía que afecta al sector agrícola argentino y su efecto indirecto en la actividad económica", agregaron desde Moody´s. Además, puntualizó que "las grandes tenencias de deuda pública y del banco central por parte de los bancos los exponen a condiciones financieras cada vez más difíciles del soberano". "Esto se verá agravado por la incertidumbre política derivada de las elecciones presidenciales que se llevarán a cabo en octubre de 2023", advirtió. Para la agencia, estos factores seguirán limitando las perspectivas de negocio de los bancos, con riesgos que afectarán la estabilidad del sistema. En este sentido, alertó que "los cambios en las políticas públicas dificultan a los bancos predecir incluso escenarios a corto plazo, lo que genera dificultades para toma de decisiones estratégicas y gestión de riesgos". A pesar de que Moody´s da cuenta que "los desafíos son compensados en parte por los fundamentos relativamente sólidos de los bancos, con reservas de capital considerables, tenencias de activos líquidos históricamente altas y beneficios adecuados", los fundamentos de las entidades no alcanzaron para mantener la perspectiva estable.