Entrevista

Pablo Albina: "Los bonos globales de Argentina descuentan escenarios demasiado negativos"

En diálogo con El Cronista, el Country Head para Argentina y Head of Investment para Latinoamérica de Schroders anunció la acreditación de integración de valores ESG para su oficina local.

Mientras Wall Street sigue operando en máximos históricos y con el debate entre inversores si estamos o no frente a una burbuja, los activos de Argentina siguen sin poder reaccionar, con los riesgos de una segunda ola y de cara a las elecciones legislativas. 

Para tener una visión global sobre la actualidad y futuro del mercado internacional y global, El Cronista conversó con Pablo Albina, Country Head para Argentina y Head of Investment para Latinoamérica de Schroders quien advirtió que los mercados no enfrentan un contexto de burbuja y los desafíos que están afrontado los países de la región con la segunda ola de Covid.

-Wall Street está en máximos y no para de subir. ¿Hay una burbuja a nivel global?

-Los precios subieron mucho pero no necesariamente es una burbuja. Creo que hay algunas medidas que demuestran la existencia de cierta exuberancia en las valuaciones. Sin embargo, hay otras medidas que están dentro de lo razonable. Si comparamos los "earning yields" de las compañías versus las tasas de interés globales, vemos que aun están dentro de lo razonable. Creo que lo que veo diferente en este ciclo es el nivel de tasas nominales y reales en el mundo. Por primera vez tenemos tasas nominales ultra bajas y tasas reales negativas a nivel global. Es decir, pese a que algunos ratios valuación luzcan elevados, pareciera ser que los bajos niveles de las tasas habilitan a que estos ratios mantengan estos niveles.

-¿La suba de tasas es un factor de riesgo para los mercados?

-Una economía traccionando que empuje al alza a las tasas no pareciera ser un escenario que cause derrumbe en las bolsas, pero si podría dejar a los mercados en una situación más frágil. Un potencial enemigo conocido podría ser el riesgo inflacionario producto de los fuertes déficit y emisiones de los dos últimos años. Actualmente el mercado descuenta una inflación promedio de 2,3% para los próximos 10 años que está en línea con el objetivo de la FED. Por lo tanto, si el mercado comienza a descontar una presión inflacionaria superior y la FED tuviese que actuar pese a que todavía falta para llegar al pleno empleo, ello podría ser un trigger.

-¿Ese escenario de tasas bajas se puede corregir?

-Estamos en un escenario en el que el estímulo fiscal y monetario muy grande, prácticamente sin precedentes. Eso en algún momento tiene que revertirse, sobre todo en los EE.UU. Para desarmar dicho estimulo, la Fed va a ir disminuyendo el nivel de compras mensuales de activos financieros. Eso ya lo comenzó a hacer Canadá, aunque creo que la Fed se va a demorar en terminar este proceso. Por ahora no vemos que se genere un cambio sustancial en la política monetaria de la Fed.

-¿Por qué no?

-La Fed tiene un objetivo dual que es tener una inflación del 2% durante el ciclo económico y tener desempleo controlado, es decir, tasas bajas de desempleo. La economía americana se está recuperando aunque aún no hay expectativas inflacionarias totalmente desmadradas por encima del 2,3%. Por eso aun no veo que los EE.UU. cambien su política de monetarias en el corto plazo, pese a que otros Bancos Centrales como el de Canadá, estén comenzado a desarmar posiciones.

-Se mantiene el contexto de tasas bajas entonces...

-Exacto. Creo que hasta que no se recupere el mercado laboral en los EE.UU. por completo, junto con la falta de presiones inflacionarias, no creemos que vaya a haber una estrategia de salida del plan de estímulo monetario implementado por la Fed. De hecho, Powell habló del 2022 como objetivo temporal para mantener las tasas bajas. Es decir, que aún hay por lo menos 12 meses de políticas laxas.

-Emergentes acompañó la recuperación de Wall Street. En cambio se nota que Latam esta retrasada. ¿Por qué?

-Cuando se miran los mercados emergentes, tenemos Asia, Europa del Este y finalmente Latinoamérica. El nivel de desarrollo y de estabilidad de emergentes asiáticos es muy superior al de Latam. De hecho, analizando su matriz de valor, el nivel de desarrollo en tecnologías y software es muy superior respecto del que se observa en Latam. La región es proveedora de materias primas, manufactura local y algo de servicios. Comparado con Asia podemos decir que se trata de dos regiones que tienen una productividad totalmente distinta. Además influyó mucho el manejo de la crisis sanitario. El manejo de Covid en las Américas fue distinto que en Asia y el impacto económico en Asia fue muy limitado mientras que en Latam fue muy grande.

-¿Cómo ves la recuperación económica en la región? ¿Ves a la Argentina más atrasada o adelantada en relación al promedio?

-Si uno toma como base 100 de la actividad en diciembre de 2019, La dinámica argentina muestra una recuperación promedio dentro de la región. Se encuentra por debajo de Paraguay, Brasil y Chile, pero arriba de México, Colombia y Perú. Donde la actividad económica Argentina muestra un claro retraso contra la región es cuando se miran series de tiempo un poco más largas. Por ejemplo, con la actividad como base 100 en diciembre de 2011, Argentina y Brasil muestran contracciones entre 3% y 5%, mientras que sus comparables muestran expansiones entre 10% y 50%.

-¿Cuáles son los riesgos de una segunda ola y cuarentena en la Argentina?

-La segunda ola de Covid comenzó en Sudamérica en Febrero y se ha ido extendiendo hacia diferentes países más allá del progreso de los planes de vacunación, como en el caso de Chile. Todos los países han impuesto algún nivel de restricciones focalizadas en vez cuarentenas duras y eso se ha reflejado en la baja de los índices de movilidad en Brazil y Chile, que ahora están empezando a recuperarse. En la Argentina la segunda ola comenzó mas tarde y vamos a tener algún impacto en el nivel de actividad pero mucho mas reducido que en el 2020. La buena noticia es que Argentina ha comprado vacunas con un buen nivel de eficacia. La preocupación esta en que no se sabe como evolucionará esta segunda ola durante los meses de invierno. Los países de la región no cuentan en 2021 con las herramientas fiscales y monetarias para proveer estímulo similar al 2020, y Argentina no es la excepción. .

-La deuda argentina al 19%, ¿hay un castigo excesivo?

-La Argentina no tiene servicios de deuda privada significativos hasta el año 2025, cuando los intereses llegarían al 1% del PBI. Los bonos cotizando en un rango entre 30% y 40% de paridad descuentan una probabilidad superior al 80% que para ese momento la Argentina entraría en una situación de stress financiero, lo que parece excesivo. En este momento es difícil visualizar un catalizador que empuje a los bonos argentinos a cotizar como Rating "B" o superior. En el corto plazo el foco va a estar en el impacto de la segunda ola de covid en la actividad económica y hacia el cuarto trimestre en la elección legislativa.

-A esta altura, ¿el acuerdo con el FMI sigue siendo un driver?

-El acuerdo con el FMI constituye una condición necesaria, pero no suficiente. El acuerdo por sí solo no va a restaurar la confianza de los inversores y llevar a Argentina a cotizar algunos niveles por encima de su rating actual, pero si podría sentar las bases para un plan macroeconómico de consenso que le de mayor sustentabilidad al perfil de deuda y que, en la medida que Argentina muestre consistencia con dicho plan, ir poco a poco recuperando la confianza perdida.

-¿Qué estrategias en pesos están tomando en sus carteras dado el contexto de aceleración inflacionaria actual?

-El consenso está en mantener posiciones cortas ajustadas por CER, pero nos animamos a pensar que hay oportunidades en el mediano plazo. Nos parece que la curva CER con vencimientos de 2022 también es atractiva y pensamos que los bonos dollar-linked con vencimientos más allá de este año, capturan un escenario de cambio de régimen cambiario que tiene valor. De corto plazo, mantenemos las posiciones dollar-linked con cobertura de futuros (fijando tasa) pero con la flexibilidad de ir desarmando esa cobertura conforme nos acercamos a fin de año.

-La oficina de Schroders Argentina se convirtió en la primera gestora del país en tener una acreditación ESG. ¿Qué significa?

-Se trata de incluir en su análisis factores ambientales, sociales y de gobernanza con el objetivo de identificar las oportunidades más sustentables de inversión. La integración de los ESG (Environment, Social and Corporate Governance) significa incluir explícitamente el análisis de una serie de riesgos y oportunidades relacionados con factores ambientales, sociales y de gobernanza, además del análisis financiero tradicional. La integración del análisis ESG puede contribuir e incentivar decisiones de inversión mejor informadas. Este análisis es fundamentalmente utilizado para definir estrategias de inversión relacionadas a instrumentos de renta fija, así como a los de renta variable.

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