Lanzan tarjetas prepagas para controlar los gastos corporativos
La fintech Kuru ofrece una plataforma y tarjetas para que empresas privadas y entidades públicas controlen y gestionen los recursos que destinan a sus colaboradores para gastos corrientes. Cómo se usa.
¿Pueden las tarjetas prepagas dar más transparencia al control de los gastos de caja chica y corporativos? En Kuru creen que sí. La fintech apuesta a cerrar acuerdos con empresas privadas y entidades públicas para brindarles una plataforma y tarjetas prepagas para controlar y gestionar los recursos que esas organizaciones destinan a sus colaboradores para gastos corrientes.
Con una inversión inicial de u$s 500.000, sus fundadores proponen una solución integral y personalizada para la administración de fondos a través de tarjetas prepagas, ofreciendo control, transparencia y eficiencia. La plataforma está integrada a WhatsApp y las tarjetas son Mastercard.
Desarrollada por Cristian Adamo, Juan Pablo Picasso, Gisela Belazio y Luis Ariel Peralta Aliano, Kuru busca mitigar costos operativos, mediante la implementación de reglas de aprobación que restringen los gastos antes de que ocurran, minimizando el tiempo y dinero destinado al control de errores y fraudes.
En Argentina, más del 50% de las empresas no tienen acceso a tarjetas de crédito o cuentan con líneas muy limitadas debido a su calificación crediticia o la falta de rentabilidad percibida por los bancos. El fondeo, la emisión de la tarjeta y la acreditación de los fondos es en el acto.
"La plataforma está diseñada para integrarse de forma fluida con las operaciones diarias de las compañías, permitiendo modelar reglas para reflejar las políticas de gastos, sin necesidad de que los colaboradores descarguen aplicaciones adicionales. A través de WhatsApp, los usuarios pueden acceder a sus tarjetas, verificar saldos, recibir notificaciones y cargar comprobantes de forma rápida y sencilla" sostiene Juan Pablo Picasso, CIO de la startup.
Tanto las empresas privadas, como las entidades públicas, destinan anualmente entre 200 y 400 horas en procesos administrativos relacionados con la verificación y auditoría de comprobantes de gastos que realizan los colaboradores. Además, los equipos de finanzas suelen invertir hasta el 10% de su tiempo en tareas de control, lo que representa un costo significativo en términos de recursos y productividad.
Cada compañía puede determinar en la plataforma las reglas sobre dónde y cuándo pueden gastar el dinero sus empleados. "No solo esperamos optimizar el control de fondos, sino también explorar nuevas oportunidades de negocio, como soluciones B2B para pagos a proveedores y clientes", explicó Cristian Adamo, CEO de la fintech, que espera alcanzar los cien clientes, emitir 25.000 tarjetas y procesar 150.000 transacciones antes de fin de año.
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