Desde hace ya varios años el multimillonario Warren Buffet evita hacer negocios en Rusia. La drástica decisión fue tomada a raíz de que en el pasado sufrió amenazas de violencia y confiscación de activos, según explicó en alguna ocasión el propio CEO del fondo Berkshire Hathaway.

Buffett recordó durante la reunión anual de accionistas de Berkshire en 2006 que cuando invirtió en Salomon Brothers en 1987, el banco era dueño de una compañía petrolera con importantes intereses en Siberia que pronto tuvo problemas.

"Mientras estuvimos perforando, fuimos bienvenidos. Luego, cuando quisimos comenzar a sacar el petróleo, después de que nuestro dinero se usó para perforar los pozos, no fueron tan amigables. De hecho, fue realmente extremo lo que sucedió con nosotros", explicó en esa oportunidad el Oráculo de Omaha.

Además, Buffett recordó haber tratado de recuperar perforadoras y plataformas de la región: "Dijeron que si enviábamos a la gente a sacar el equipo, no solo no saldría el equipo, sino que la gente no saldría".

Esa experiencia, relató, hizo que el inversor perdiera la confianza en Rusia y decidiera dejar de poner su dinero en activos de ese país. En su opinión, el gobierno de Moscú cambió su actitud hacia el capital, especialmente hacia el capital externo.

Nelson Ching

Con Rusia descartada como opción, Buffett se decidió en 2003 por una petrolera china. Lo hizo incluso cuando las acciones de la compañía rusa tenían un precio realmente barato si se usaban métricas como reservas totales, capacidad de refinación y flujos de efectivo.

"Decidí que me sentía más cómodo comprando PetroChina, que invirtiendo en Yukos", dijo Buffett durante la reunión de Berkshire en 2011.