Hay un fuerte viento de frente para la deuda argentina, proveniente del exterior. La guerra entre Rusia y Ucrania provocó que los inversores se alejen de los activos de mercados emergentes, lo que terminó arrastrando también a los títulos de deuda local.
El elevado riesgo país no permitió que los bonos argentinos queden exentos del contexto de mayor volatilidad global. Los bonos argentinos acumulan pérdidas similares a lo que se evidencia en los títulos de deuda emergente, que ya operan con su mayor tasa desde la crisis del coronavirus.
Si bien el conflicto político interno y la incertidumbre en torno al acuerdo formal con el FMI golpeó a los bonos argentinos, estos también sintieron el impacto de la volatilidad desatada a partir del estallido de la guerra entre Rusia y Ucrania y de las expectativas de una Reserva Federal (Fed) más contractiva para combatir el avance de la inflación en Estados Unidos.
La caída de más del 50% en los bonos rusos y ucranianos golpearon de lleno a la renta fija de mercados emergentes y esto terminó arrastrando a los títulos de deuda de nuestro país.
Los bonos de mercados emergentes acumulan una pérdida de 12% en lo que va del año y más del 18% desde su máximo reciente de diciembre de 2020.
La fuerte caída de los bonos provocó un rally en los rendimientos. Hoy los bonos en dólares de mercados emergentes soberanos operan con tasas de 6,8%, su mayor tasa en 2 años.A su vez, la deuda emergente de alto rendimiento opera con tasas del 10%.
El contexto se agravó con el estallido de la guerra. Pero el escenario ya se había deteriorado a partir de un cambio en las expectativas sobre el futuro de la política monetaria debido a una inflación más elevada.
El mercado comenzó a incorporar a los precios la expectativa de una Fed más contractiva, lo cual provocó una fuerte suba en los rendimientos de los bonos del Tesoro americano. Ello, a su vez, elevó el piso para las tasas de los demás bonos, incluyendo la deuda emergente.
Lucas Longo, estratega de research de Banco Mariva, cree difícil que se vea una pronta solución al conflicto en Europa, principal factor detrás de la mala performance de emergentes.
"Además de que ya se empezaba a ver menor optimismo en la deuda emergente debido a la expectativa de suba de tasas de la Fed, se suma el conflicto bélico lo cual transforma la caída en un panic selling", comentó.
A partir del escenario de mayor aversión al riesgo, los inversores buscan activos de refugio. Entre los activos de riesgo de los que buscan deshacerse, el mercado percibe que la deuda emergente se encuentra vulnerable a una caída mayor.
Reflejo de esta estrategia se observa que durante las últimas semanas se ha evidenciado la mayor salida de fondos de la deuda emergente en un año, según datos de Bank of America.
Mariano Calviello, head portfolio manager de Fima, advierte que el ajuste actual es comparable con la caída evidenciada en medio de la crisis de coronavirus.
"La ultima corrección importante de mercados emergentes ha sido en el 2020 con el inicio de la pandemia y con el dólar apreciándose casi un 10%. En este caso, la intensidad del ajuste de emergentes ha sido superior incluso a ese 2020, quizás porque se han sumado varios factores, como la escalada en el precio de la energía, que incluso supera a la mejora de los commodities", dijo.
Además Calviello agregó que "el fenómeno inflacionario cada día se parece más a un shock permanente y no tan transitorio como parecía por efecto post pandemia, contexto en el cual la incertidumbre de la evolución de las tasas se suma ahora el conflicto bélico".
Impacto local
Hay una correlación bastante alta entre la deuda emergente global y la local. A medida que los bonos de mercados emergentes caen, también sufre la deuda argentina.
De esta manera, los bonos locales no pueden escaparle al riesgo global, más allá de los conflictos internos en relación a la política y al acuerdo con el FMI.
En lo que va del año, los bonos emergentes caen 12,3%, similar a la baja del 13% de mercados emergentes de alto riesgo y parecido a la baja de los bonos argentinos, que caen 12,8% en 2022.
Martín Saud, senior trader de Balanz, afirmó que desde hace un tiempo hay un selloff de mercados emergentes que viene dado primero por la suba de la inflación de EE.UU. y ahora también por la guerra de Rusia y Ucrania.
Además, Saud alertó que el contexto termina afectando a la Argentina. "A medida que las tasas vayan subiendo, continuará el selloff en emergentes y tendrá un impacto sobre Argentina que, si bien no es tan directo porque no se mira tanto el comparable de tasas sino más bien la expectativa de reestructuración, igualmente tiene un impacto ya que significa que hay salida de dinero de bonos de países emergentes y por ende de Argentina", dijo.
Los analistas de Portfolio Personal Inversiones (PPI) agregaron que la dinámica detrás de los bonos argentinos se da tanto por cuestiones globales como locales.
"El mercado lee algunas inconsistencias dentro de las condiciones del acuerdo y pricea el difícil tratamiento del proyecto dentro del Congreso. Tampoco hay que olvidarse del contexto externo: los globales argentinos no logran escapar al malhumor general de los mercados emergentes", marcaron desde PPI.
Además, agregaron que la volatilidad a nivel global empuja los flujos hacia activos de menor riesgo y estos créditos son los más perjudicados.
"El conflicto entre Rusia y Ucrania, que escaló durante las primeras semanas de febrero, impulsó un clásico movimiento de Fly to Quality. Los globales argentinos venían respondiendo bastante bien aun dentro de la debilidad de todo el mercado emergente. Sin embargo, la corrección de las últimas dos semanas terminó ampliando el spread con respecto a la región", detallaron.
Bonos argentinos en mínimos
Debido al fuerte selloff de la deuda en las últimas semanas, los bonos operan en mínimos históricos, a la vez que opera con máximos en cuanto a rendimientos.
Los bonos perdieron todo lo que habían ganado desde el anuncio de acuerdo con el FMI, lo cual provocó un rally en el riesgo país a niveles de casi 2000 puntos y las tasas se desplazaron hacia arriba.
De hecho, hoy la deuda opera con su mayor nivel de tasa desde que salieron a cotizar los nuevos bonos, emitidos tras el canje de deuda.
En cuanto al impacto local, Lucas Longo considera que la Argentina no puede escaparle al escenario de mayor riesgo global.
"Argentina hoy en día es víctima de este risk-off en el mercado, y no es fácil encontrar un ´piso´ objetivo a la deuda soberana, ya que cuando el flujo está de un solo lado y corre por el pánico, no hay fair value que resista. Esperamos la volatilidad continúe en el corto plazo, y estaremos siguiendo de cerca los eventos en el norte", afirmó.
Finalmente, Mariano Calviello sumó: "El escenario negativo en general para mercados emergentes ha tenido su impacto en la deuda argentina, que pese a sus actuales paridades, ha copiado el movimiento a la baja de emergentes a partir del conflicto bélico".