

La reunión del último lunes entre los líderes demócratas del Congreso y el presidente estadounidense, Donald Trump, finalizó sin que se alcanzara un entendimiento para tratar de evitar el cierre del Gobierno federal, que se activaría a partir de este miércoles.
"Tenemos grandes diferencias en materia de salud y en su capacidad para revertir cualquier presupuesto que acordemos mediante rescisiones y embargos", declaró a la prensa el líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, al salir de la Oficina Oval de la Casa Blanca tras su reunión con el mandatario.
De acuerdo con los demócratas que asistieron a la reunión, se hizo ver a Trump "las consecuencias de lo que sucede en la atención médica al buscar recortes de seguros de salud".
"Por su rostro, parecía que era la primera vez que escuchaba sobre este problema", dijo Schumer a la prensa sobre la reacción del presidente durante el encuentro, en el que también estuvo el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, así como los líderes republicanos en la Cámara Alta y Baja, John Thune y Mike Johnson.
Por su parte, el vicepresidente estadounidense, J.D. Vance, dijo a medios al salir de la reunión: "Creo que nos encaminamos hacia un cierre porque los demócratas no harán lo correcto".

Posible cierre del gobierno de Estados Unidos: cómo impacta en mercados
En menos de dos días expira el plazo para lograr un acuerdo de financiamiento para el gobierno de Trump y ambas partes insisten en señalar al opositor como responsable por no ceder.
Los demócratas exigen que se prorroguen los subsidios de la ley para el cuidado asequible de la salud (Obamacare) que expiran a final de año, así como la reversión de los recortes al programa Medicaid que resultaron de la gran ley de recortes presupuestarios y fiscales aprobada en julio pasado.
Sin embargo, los republicanos en el Congreso han dicho que aceptarán negociar ambos apartados solo si los demócratas dan su apoyo a un presupuesto provisional en una votación que tendría lugar mañana en el Senado y que mantendría el Gobierno operativo hasta noviembre.
Los republicanos presentaron el pasado 19 de septiembre ese presupuesto provisional en el Senado para su ratificación, pero este resultó rechazado porque su mayoría en la Cámara es insuficiente y requiere de al menos siete votos demócratas para la aprobación del proyecto de ley.
Al riesgo de una paralización del Gobierno federal se añade la posibilidad de despidos masivos de funcionarios públicos, según un memorando de la Oficina de Gestión y Presupuesto, que ha ordenado a las agencias que identifiquen programas clasificados como no esenciales para continuar su misión y reducir el personal federal.
Durante el último cierre, que tuvo lugar entre finales de diciembre de 2018 y finales de enero de 2019 y duró 35 días, aproximadamente 800.000 empleados federales fueron suspendidos o se les obligó a trabajar sin sueldo.
Respecto al impacto de esta situación en los mercados, los cierres anteriores han causado una volatilidad moderada y de corta duración en acciones y bonos.
Lo que sí podría ocurrir y genera preocupación es que se retrase la publicación de los datos de empleo de Estados Unidos, lo que podría elevar la volatilidad hasta que se cuente con el dato en concreto, clave para que la FED fundamente las expectativas de tipos de interés.














