El vicepresidente del Banco Central (BCRA), Vladimir Werning, planteó en un trabajo que elaboró junto al equipo del Research de la entidad que uno de los desafíos que enfrenta la Argentina es el contexto externo.
Las tasas altas generan volatilidad en la renta fija local e impiden una baja mayor en el riesgo país. Pese al contexto global desafiante, los bonos argentinos se la rebuscaron para mantener su tendencia alcista y mantenerse en zona de máximos previos.
Escenario externo adverso
El BCRA publicó un informe la semana pasada sobre un balance de la gestión y los desafíos hacia adelante.
En esa alinea, remarcaron que la volatilidad en las tasas de interés internacionales impactó de manera adversa sobre los activos locales y remarcaron que, hacia adelante, dicha variable es un factor clave a monitorear y que podría afectar a la deuda soberana argentina.

El escenario global se ha tornado más desafiante y más volátil producto de la guerra comercial y la incertidumbre económica externa planteada por el conflicto de EEUU con sus socios comerciales y el respectivo impacto en las economías del mundo y, en particular, en el de EEUU.
En ese sentido, el mercado esperaba una mayor inflación y recesión en el país del norte, aunque esas expectativas se calmaron luego con el acuerdo entre China y EEUU, que tiene como fecha de finalización el 9 de julio próximo.
De cualquier manera, la incertidumbre se mantiene y las tasas se mantienen en niveles elevados. Además, el elevado déficit fiscal en EEUU también genera una mayor volatilidad en las tasas de ese país, algo que termina afectando a la renta fija local.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, agregó que la cuestión fiscal, tanto en EEUU como en Japón, es monitoreada minuciosamente por el mercado por el impacto sobre los rendimientos y el costo de fondeo internacional y las consecuencias sobre prácticamente todos los activos financieros del mundo.
"El mercado estará mirando de cerca el desenlace del paquete fiscal de Trump en el Senado tras haber sido aprobado por la Cámara Baja. Cambios al paquete que pudiera hacer el Senado serán clave para que el mercado evalúe el impacto sobre el rojo de las cuentas públicas este año y la trayectoria hacia adelante, clave para los rendimientos de los rendimientos de los bonos del Tesoro de mayores plazos", explicó.

Aún no hay fecha exacta para la votación en el Senado.
Nery Persichini, estratega de GMA Capital, también remarcó que el factor fiscal en EEUU luce como una variable clave en los mercados de deuda global.
"El Congreso le dio un primer visto bueno a un nuevo paquete de recortes impositivos de Trump, que apunta a profundizar la reforma aprobada en 2017. Sin un correlato de baja del gasto (sino todo lo contrario), podría implicar una suba importante del déficit fiscal, que ya es históricamente alto. Es 6,8% del PIB contra 3,5% promedio en los últimos 25 años, excluyendo la crisis del Covid. Estimaciones conservadoras muestran una escalada a 9% hacia 2034", dijo Persichini.
En esa línea, destacó que el potencial incremento del déficit, el riesgo de inflación y las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda hicieron que los rendimientos de los Treasuries a 30 años superaran el 5% (+20 pbs de principios de mes).
"Se trata del valor más alto desde 2007. Esto resonó con fuerza en todo el espectro de riesgo internacional, no solo en renta fija y renta variable en Wall Street, sino en activos y monedas emergentes", alertó.

Menos bajas de la Fed
Ahora el mercado espera una Fed que baje la tasa más gradualmente. La expectativa es que la deje sin cambios la próxima semana, para ubicarla en el rango de 4,25% y 4,5%.
Del mismo modo, se espera que también deje sin cambios la tasa en julio y el primer recorte vendría en septiembre, de 25 puntos básicos al rango de 4% y 4,25%.
Finalmente, el segundo y último recorte de tasas de este año sería en diciembre, también de 25 puntos básicos, y finalizaría el año en el rango de 3,75% y 4%.
El hecho de que el mercado proyecte que la Fed mantendrá las tasas altas por más tiempo impactó sobre los rendimientos de los bonos del Tesoro americano, que se desplazaron al alza.
Además, también impactó el hecho de que Moody's haya recortado la calificación crediticia de EEUU.

Todo esto hizo que las tasas toquen máximos desde 2023 y, si se mantiene elevadas, el costo de financiamiento para los emergentes tenderá a subir, lo que impactará negativamente en dichos mercados.
Esto también tiene efecto sobre la renta fija argentina. Hoy la deuda argentina se encuentra más integrada al mundo, con un riesgo país en 600 puntos y sin cepo.
El Gobierno deberá reacceder a los mercados de deuda global para rollear su deuda, por lo que, si el escenario internacional se mantiene adverso, podría ser una complicación para la Argentina y para la renta fija local.
Privados y organismos internacionales
Los vencimientos de deuda con privados y organismos internacionales crecerán en los próximos años, pasando de u$s 9190 millones este año a un máximo de u$s 23.700 millones en 2028, para recién comenzar a caer los años posteriores.
Por estos montos, y ante la falta de dólares, volver a los mercados luce determinante.

En cuanto al impacto local, Pilar Tavella, Directora de Research Macro & Estrategia en Balanz, considera que, si bien una baja más lenta de tasas en EE.UU. puede moderar el apetito global por riesgo, desde la compañía se mantienen optimistas respecto de la performance de los bonos soberanos argentinos.
"Un escenario internacional más estable reduce la incertidumbre global y favorece el posicionamiento en activos emergentes. Por otro, los drivers locales siguen siendo clave: proyectamos una desaceleración de la inflación en los próximos meses, mayor acumulación de reservas y, de cara al segundo semestre, un resultado favorable para el oficialismo en las elecciones legislativas de medio término", indicó.
El futuro de los bonos locales
Los bonos han mejorado fuerte tras la salida del cepo y marcan subas del 15% en promedio desde abril a la fecha. El mercado aún ve potencial alcista en los Globales y esperan que el riesgo país siga con tendencia a la baja.
El riesgo país de Argentina se encuentra muy cerca de los mínimos alcanzados a comienzo de año. El índice que mide JP Morgan está alrededor de los 600 puntos básicos, cada vez más cerca de los 550 puntos que había tocado en enero pasado.
Pese al contexto global desafiante, los bonos argentinos se la rebuscaron para mantener su tendencia alcista y mantenerse en zona de máximos previos.
Los analistas siguen esperando mayores ganancias para la renta fija local, por lo que señalan oportunidades en los distintos tramos de la curva soberana argentina.

Adrián Yarde Buller, economista jefe de Facimex Valores, espera que el riesgo país siga en descenso y que la curva soberana local mejore.
"En nuestro escenario base, los spreads de la deuda argentina estarán entre el EMBI (301pbs) y los emergentes high yield (414pbs) hacia fin de año, mucho más cerca de los corporativos Oil & Gas (excluyendo YPF), actualmente en 334pbs. Esto favorecería particularmente a bonos largos como GD41 y GD35, por su mayor duration y alta convexidad, dejando retornos totales entre 28,5% a 30,9% hasta fin de año. Los retornos serían aún mayores (39,5% a 43,6%) en un escenario más optimista donde Argentina pueda converger a la curva de Brasil como en 2016 y 2017", detalló Yarde Buller.
Para Pablo Lazzati, CEO de Insider Finance, también se mantiene optimista sobre la deuda local. "Un recorte en la tasa potenciaría la performance de la deuda argentina, particularmente, en los tramos largos de la curva. Los bonos globales y bonares como AL35, GD35, GD41 y GD46 mostrarían el mayor upside", detalló Lazzati..
Desde Research Mariva, agregaron que los fundamentos internos se mantienen lo suficientemente sólidos como para permitir que los bonos soberanos converjan a mediano plazo a rendimientos similares a los de los créditos B-.
"Prevemos que se preserve el equilibrio fiscal. Asimismo, proyectamos que el Gobierno acumulará reservas y retomará la senda de la desinflación en los próximos meses, lo que lo posicionará favorablemente para las elecciones legislativas de octubre. Simulando un ejercicio de rendimiento total de 6 meses en el que la curva soberana se normalice, alcanzando niveles de calificación crediticia B-, los bonos GD38 y GD35 presentan el mayor potencial de alza, en torno al 20%", indicaron.

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