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El Banco Central (BCRA)presentó la hoja de ruta de los "Objetivos y Planes" que entablará en 2024, donde realizó un diagnostico crítico del contexto en materia económica y anticipó cuáles serán las medidas que se llevará adelante en los próximos meses.
Allí, sostuvo que "la economía argentina exhibe un cuadro crónico de inestabilidad macroeconómica y estanflación", entre otras variables, por lo que se requerirán acciones para estabilizar "los desbalances fiscales y externos, las reservas internacionales negativas y las distorsiones en los precios relativos".
En este marco, el Central proyecta un plan económico que permita alcanzar una "unificación cambiaria" y la "normalización del mercado monetario", una vez que se logre "desarmar las restricciones cambiarias" impuestas por el cepo.
Mientras que también evaluó cuál será el panorama con respecto a la inflación y el déficit fiscal en 2024.
¿Qué sucederá con la inflación y el déficit fiscal en 2024?
Con respecto a la continuidad en el incremento de los precios, el BCRA sostiene que "los gobiernos, en general, se han ocupado más de postergar los efectos inflacionarios de la emisión monetaria que de corregir sus causas".
Por tales motivos, en su último informe pronosticó que la inflación alcance un 200% en 2023, mientras que para diciembre preveía un número cercano al 30%.
"Son niveles de inflación que no se registraban en la economía argentina desde comienzos de la década de 1990, en el período previo al inicio de la Convertibilidad", especificaron desde la entidad que dirige Bausili y afirmaron que "de no corregirse prontamente, hubiera llevado más temprano que tarde a una hiperinflación".
Mientras que, destacó como una de las causas, la situación fiscal que se agravó frente a las medidas que tomó el último Gobierno durante la campaña electoral, como la entrega de los bonos y la devolución del IVA en la compra de productos de la canasta básica.
En este sentido, especificó que uno de sus objetivos será dejar de financiar alTesoro Nacional, y de esta manera continuar orientando "todas las herramientas de la política monetaria para alcanzar la estabilidad monetaria y reducir la inflación".
Asimismo, promete un "monitoreo continuo de la evolución del nivel general de precios, la dinámica del mercado de cambios y de los agregados monetarios a los efectos de calibrar su tasa de interés de política y administrar las condiciones de liquidez".
