

El dólar es el refugio tradicionalmente más elegido por los ahorristas argentinos y este fue un año electoral, que suelen ser de fuerte dolarización. Llegó diciembre y es el momento de los balances. Cómo les fue al que compró divisas a principio de año, ¿ganó o perdió?
No se puede dejar de mencionar que el dólar mostró una fuerte volatilidad a lo largo de este año. Las elecciones le inyectaron una fuerte presión alcista a partir de julio, que se acentuó en septiembre, con los comicios en la Provincia de Buenos Aires, y en octubre, con los nacionales.
Fin de cepo a las personas
Otro elemento bisagra para el mercado cambiario a lo largo de 2025 fue el levantamiento del cepo para las personas humanas, que fue anunciado por el Ministerio de Economía y el Banco Central (BCRA) el 11 de abril de 2025.
A partir del 14 de abril, las personas pudieron comprar dólares en el mercado único de cambios sin restricciones, y ya no se aplicó la percepción del 30% a cuenta de Ganancias. Este cambio marcó el inicio de un nuevo esquema de flotación cambiaria, aunque fue muy sucia.
La presión dolarizadora electoral hizo que el Gobierno tuviera que intervenir en reiterados momentos para controlar el tipo de cambio. Incluso el Tesoro de Estados Unidos entró a jugar este año para evitar una suba mayor y ayudar a Javier Milei a esquivar una corrida cambiaria. El principal objetivo fue que no impactara en inflación.
Un dato relevante fue la dolarización para ahorro en momentos políticos candentes como ahorro y protección y para turismo, favorecido por el bajo precio que tuvo a lo largo de este 2025.
Así, el dólar tuvo dos momentos este año: uno inicial, con cotizaciones más dispersas, en la que el oficial estaba en torno a los $ 1100 y el blue y los paralelos, más cerca de los $1200, pero luego se movió el precio cerca de 40% en el año.
El hecho de que el BCRA no haya acumulado reservas para aprovechar el tipo de cambio relativamente bajo fue un elemento de debate y problema para el Gobierno durante todo 2025, que lo obligó a recurrir a la ayuda del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Tesoro de EE.UU. a lo largo del año.
El dólar tuvo dos momentos este año: uno inicial, con cotizaciones más dispersas, en la que el oficial estaba en torno a los $ 1100 y el blue y los paralelos, más cerca de los $1200, pero luego se movió el precio cerca de 40% anual.
Recién a partir de diciembre el Gobierno decidió comenzar a comprar dólares con más fuerza, pero lo hace a través del Tesoro, no del Central, para hacer frente a los vencimientos que tendrá en enero de 2026.
Cómo termina 2025 para el dólar
El mayorista llegó a la Nochebuena en $ 1451, subió en el año $418 o 40,5% respecto de los $1032 de diciembre del año pasado. El minorista cotizó en $ 1475, marcó un avance de $ 422 (+40%) en 2025, ya que había cerrado 2024 en $1052,5. El blue, en tanto, avanzó a $1232 en estos 12 meses y llegó al 23 de diciembre en $ 1485, por lo que trepó $ 253 (20,5%).
Si se tiene en cuenta que la inflación, por ejemplo, en once meses (hasta noviembre) acumuló un alza de 27,9%, el dólar le ganó al Índice de Precios al Consumidor (IPC), aunque no fue pareja la evolución en todos los mercados de la divisa.
En tanto, si se toma el rendimiento de las inversiones en pesos, al dólar parece haberle ido igual o algo mejor, pero todo depende de la cotización que se tome como referencia.
El MEP perdió contra el IPC
Por ejemplo, el MEP operó a $1494,62 el martes, con una suba de $ 316,87 o 26% frente a los $ 1170 al cierre de 2024. Mientras que el CCL incrementó 31% este año, cotiza $ 1555,81 subió $ 358,41 frente al fin del año pasado en 1187,40 pesos.
“El dólar oficial va a terminar casi 40% arriba en pesos respecto de diciembre de 2024 y la tasa Badlar también estuvo en el 41%. Eso sirve como referencia para ver que el dólar rindió más o menos igual que el plazo fijo en el año, pero si se toma el dólar Contado Con Liquidación (CCL), que es el tipo de cambio de las inversiones en dólares, la suba fue un poco menor, estuvo en torno a 32%”, indicó a El Cronista Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra.
Si se toma como referencia el dólar MEP, la ecuación es distinta. El analista Salvador Di Stefano, conocido como “el Gurú del blue”, apuntó que el dólar bolsa llegó a fin del año 2024 a los $ 1170,41 y el 23 de diciembre cerró en 1495 pesos.
“Hasta aquí, tenemos una suba del 27,7%, contra una inflación esperada 30,5%, lo que indica que perdió contra el IPC”, señaló. El precio máximo de venta fue de $ 1592,99 el 22 de octubre (justo previo a las elecicones de medio término) y el mínimo fue de $ 1122,08 el 21 de abril, lo que refleja la volatilidad que se vio en el mercado cambiario este año.
Con estos valores y esta volatilidad, es difícil determinar si convino o no el dólar, pero en base al promedio, el MEP perdió contra el plazo fijo y la inflación este año, aunque en el mayorista y el minorista no fue igual y le ganó por casi 10 puntos porcentuales.
“Si tenías $ 10.000 a principio de 2025, hubieses estado marginalmente mejor con un plazo fijo que en dólares. El dólar MEP aumentó 28% en el año, pero a eso hay que descontarle comisiones y spread por entrada y salida, mientras que un plazo fijo UVA hubiese dado 31%, en línea con la inflación, lo mismo que uno a tasa fija en pesos, ya que a principios de año estaban entre 31 y 32%”, apuntó Martín Sarano, economista de la Fundación Internacional Bases.
Ahorro y turismo
“En este 2025 hubo un desplazamiento producto de la apreciación cambiaria, pero el Gobierno intentó frenarlo para que no impacte en precios y lo logró varias veces, por lo que el precio quedó relativamente atrasado, aunque ajustó respecto del nivel previo al fin del cepo. Se movió entre 30% y 40% en el año, por lo que se recuperó de manera bastante pareja respecto de la inflación, aunque, en muchos momentos, le ganó al IPC y fue usado como ahorro y para pagar el turismo emisor”, dijo el economista Federico Glustein.
Sin dudas, el tipo de cambio tuvo “un comportamiento muy político en este 2025, con algunas corridas cambiarias”, lo que forzó al Gobierno a intervenir muchas veces. En ese sentido, las bandas generaron ataduras del movimiento y eso le impidió comprar al oficialismo, aunque le dieron algo de maniobrabilidad ara evitar una suba mayor.
El correlato de eso fue que, pese al récord de exportaciones del agro y del sector petrolero no se acumularon reservas, se favoreció el turismo emisor y la importación. Hacia adelante, ese aparece como un gran punto a corregir: encarar un proceso de compra de reservas y pago de obligaciones. Lo exigen, EE.UU. y el FMI.














