En un mercado donde cada decisión cuenta, la transferencia de títulos entre sociedades de bolsa -una operación sencilla y habitual- puede convertirse, para muchos inversores, en una fuente de costos inesperados y pérdida de capital.
Aunque la normativa no establece aranceles para este tipo de movimientos, un relevamiento reciente del sector reveló que algunos Agentes de Liquidación y Compensación (Alycs) aplican cargos que van desde los $ 100 hasta los $ 10.000 más IVA por especie transferida.
Desde el sector advierten que la falta de información y transparencia lleva a numerosos ahorristas a liquidar posiciones innecesariamente, por lo que incurren en comisiones, derechos de mercado e impuestos que podrían haberse evitado.
Qué dice la normativa vigente
Según la normativa vigente, cualquier persona puede solicitar el traspaso de sus activos financieros desde una comitente a otra de su titularidad en distintas sociedades de bolsa.
Cómo es el proceso
Este procedimiento no implica la venta de los instrumentos (para llevarlos a la otra Alyc) ni generar sobrecargos, y, en principio, tampoco debería tener costo alguno. Basta con que el inversor indique el número de depositante y destino nuevo, y el agente custodio dispone de un plazo de 48 horas para ejecutar la operación.
El analista financiero Leandro Monnittola explica en declaraciones a El Cronista que la transferencia de títulos es una operación "muy común que no lleva consigo ningún arancel o costo adicional".
Según sus palabras, el inversor puede pedir que los títulos que componen su cartera en una determinada comitente sean llevados a otra de su titularidad en otra Alyc.
"El agente en custodia suele demorar 48hs y solo el inversor debe detallar el número de depositante y comitente de la nueva sociedad de bolsa con la que va a operar", indica Monnittola. Advierte que, por lo general, la desinformación lleva a muchos inversores a cerrar sus posiciones y transferir la liquidez, lo que deriva en una pérdida de capital porque deja en medio comisiones, derechos de mercado y tributos.
Los costos ocultos de la operación
Por su parte, Isabel Botta, Product Manager en Balanz Capital, comparte con este medio que, con base a un relevamiento reciente de mercado, desde la firma que representa detectaron que los costos por transferir títulos entre ALyCs pueden variar "considerablemente", con valores que van desde los $ 100 + IVA hasta los $ 10.000 + IVA por especie.
La consecuencia directa de esta disparidad es que muchos pequeños y medianos inversores -desinformados o mal asesorados- optan por liquidar sus posiciones en lugar de transferirlas, lo que implica asumir comisiones por la venta, derechos de mercado, spreads y posibles impuestos, con el único objetivo de mover la liquidez a otra plataforma.
Según comenta, "estos cargos suelen aplicarse en las transferencias salientes, mientras que las entrantes, en general, no tienen costo". La experta sostiene que, por ejemplo, en Balanz, "las transferencias no tienen ningún costo".

Esto, según explica, se debe a que comprenden que mover una cartera de una Alyc local a otra puede ser algo habitual y debería ser una experiencia sencilla para el usuario. "Por eso, creemos que cada inversor debe tener la libertad de elegir con quién operar, sin tener que desarmar posiciones ni asumir cargos innecesarios", dice Botta.
La estratega indica que el objetivo "siempre" es que la experiencia sea ágil, transparente y que el inversor mantenga siempre el control de sus decisiones.
El asunto de fondo es que, en una industria que busca atraer cada vez más participación minorista, la transparencia en los costos operativos son casi que un universo desconocido para los usuarios: una deuda pendiente. El no conocimiento de estos mecanismos -y su impacto económico- expone a los inversores a decisiones subóptimas que erosionan sus rendimientos.
En un contexto de creciente modernización del usuario financiero argentino, la claridad sobre los derechos y costos asociados a cada operación resulta clave. Y la posibilidad de cambiar de Alyc sin penalidades ocultas o procesos engorrosos que terminan por desanimar al usuario, debería ser parte de las reglas básicas de un mercado de capitales moderno y competitivo.
¡Queremos conocerte!
Registrate sin cargo en El Cronista para una experiencia a tu medida.















