En esta noticia

El riesgo país en torno a los 2650 puntos es el reflejo de la alta probabilidad de impago que tiene la deuda argentina. Ello de una u otra forma contagia al resto de los títulos que operan en la plaza, desde los provinciales hasta los corporativos. El corte del crédito externo al país se traslada con unas pocas excepciones al resto de los emisores de deuda locales.

En el caso de los papeles provinciales, la variación de los rendimientos va del 10% anual en dólares al 36%.

En ello inciden las garantías de pago de la deuda, así como la situación fiscal provincial y los antecedentes recientes en cuanto al cumplimiento de los pagos en especial en los procesos de restructuración efectuados en 2020 y 2021.

Neuquén evitó entrar en atrasos en los pagos y antes de caer en default restructuró sus deudas en dos papeles al 2030, uno de ellos con garantía de pago por las regalías por la explotación de gas y petróleo.

Así, el papel con garantía rinde 10% anual en dólares mientras que aquel que no cuenta con ese respaldo, rinde 18% anual.

Ciudad de Buenos Aires

La Ciudad de Buenos Aires es otro papel con menor riesgo asignado por los inversores. El CABA al 2027 ofrece un retorno de casi 14% anual en dólares. En la crisis del 2019 y 2020, los títulos porteños siempre tuvieron el pago puntual de sus deudas.

Pero ello no es único de años recientes: también en el 2001, en plena crisis tras la salida de la Convertibilidad, la Ciudad restructuró rápidamente la deuda y curiosamente quien llevó a cabo ese proceso fue el actual titular del BCRA, Miguel Pesce.

Provincia de Buenos Aires

La Provincia de Buenos Aires tiene papeles al 2037 con rendimientos que varían entre 27% y 35% anual en dólares.

En la reciente crisis, Axel Kicillof demoró el proceso de restructuración tal como lo hiciera cuando fuera ministro de Economía. Ello se traduce en un mayor riesgo y costo financiero para la deuda bonaerense.

Bonos soberanos

Los porcentajes arriba mencionados contrastan con los del Gobierno nacional. El GD30 ayer subió 4% merced a las compras que hace el BCRA con reservas de manera tal de hacer caer el dólar MEP y el "contado con liqui". Pero aún a pesar de esa intervención oficial, el rendimiento llega al 44% anual en dólares siempre que se cumpla en tiempo y forma con los pagos.

Ese alto rendimiento refleja el alto riesgo que se le asigna a una nueva restructuración de la deuda. La escasez de reservas es el dato que más alarma a inversores, en función además del vencimiento que opera en julio, con pagos por cerca de u$s 1.300 millones en los bonos que fueran renegociados por Martín Guzmán en 2021, un año antes de su huida del Palacio de Hacienda.

Los AL30, con una paridad cercana al 21%, rinden 56%, siendo estos papeles más castigados por la intervención oficial para frenar al dólar en la Bolsa y por tener legislación argentina para resolución de diferendos con inversores, como incumplimientos en los pagos.

En lo que resta del año, hay vencimientos de pagos de intereses y amortizaciones de la deuda provincial, que es otra fuente de salida de dólares de las arcas del BCRA.

El corte del crédito al país hace que la mayoría de las provincias no pueda refinanciar vencimientos o emitir nueva deuda. La paradoja es que la deuda de las empresas y de las provincias, aun las que no están bien administradas, son menos riesgosas que la deuda soberana.