En el escenario de un acto de campaña en Waterloo, Iowa, el martes por la noche, Donald Trump se mostró furiosamente desafiante sobre el fallo de la Corte Suprema de Colorado que había llegado más temprano esa noche -y ahora amenaza con eliminarlo de la boleta de las primarias presidenciales en el estado. "Nunca lo olviden", le dijo a la multitud. "Nuestros enemigos quieren quitarme mi libertad porque yo nunca dejaré que les quiten la libertad a ustedes. Es muy simple, no voy a dejar que lo hagan". Marcó un nuevo capítulo en el cada vez más profundo enfrentamiento entre el expresidente y la justicia estadounidense. El tribunal de Colorado consideró que Trump estaba inhabilitado para aspirar al cargo por haber protagonizado una insurrección tras las elecciones de 2020, que culminó con el asalto del 6 de enero de 2021 al Capitolio de Estados Unidos por un grupo de sus seguidores. La sentencia golpeó el corazón mismo de sus ambiciones de recuperar la Casa Blanca en 2024. Pero al igual que ha hecho Trump con los 91 cargos penales a los que se enfrenta este año en todas las jurisdicciones estatales y federales, el expresidente tratará de convertir la última amenaza legal en oro político. Es una oportunidad para él de agitar a sus militantes y generar simpatía en todo el Partido Republicano a menos de un mes de que los votantes empiecen a depositar sus votos en los caucus de Iowa. La explosiva sentencia fue recibida por demócratas y opositores al expresidente como un nuevo momento de muy necesaria rendición de cuentas para Trump. Pero el camino legal para sacarlo de la carrera a la Casa Blanca sigue siendo muy cuesta arriba. Una cosa está clara: la contienda estadounidense de 2024 a menudo se parecerá a un drama judicial. Y la batalla por la Casa Blanca puede girar tanto sobre el caos judicial que rodea a Trump como sobre asuntos tradicionales como la economía, la inmigración y los asuntos exteriores que se debaten en elecciones más convencionales. Hasta ahora, la lucha de Trump contra las acusaciones de que conspiró para subvertir las elecciones de 2020 no han hecho más que ampliar su ventaja de cara a las primarias presidenciales del Partido Republicano de 2024. Sus seguidores y algunos de sus críticos dicen que esa dinámica puede amplificarse de nuevo a raíz de la maniobra de Colorado. "Cuando se pinta la imagen de que un juez liberal o un fiscal liberal pone su pulgar en la balanza de la Justicia, se ofende la sensibilidad de la gente del centro", dijo Chip Saltsman, el presidente de la campaña del excandidato presidencial Mike Pence, al Financial Times. "Es nafta para la base". En declaraciones al FT, Bobby Kaufmann, un legislador estatal de Iowa que ha respaldado al expresidente, dijo que las acusaciones a las que se enfrenta Trump desde Nueva York hasta el condado de Fulton, Georgia, eran una "broma". "Si nos fijamos en lo que ha sucedido después de estas acusaciones, no ha hecho más que subir, subir, subir en las encuestas, porque los ciudadanos de Iowa, y los estadounidenses de a pie, se dan cuenta de que si esto le puede pasar a un multimillonario de Nueva York, seguro que nos puede pasar a nosotros, los pequeños", dijo Kaufmann, cuyo padre, Jeff Kaufmann, preside el partido republicano de Iowa y también ha apoyado a Trump. Tras la bomba de Colorado, todos los adversarios republicanos de Trump salieron en su defensa. Nikki Haley, exgobernadora de Carolina del Sur, le dijo a periodistas que tenía la intención de derrotar a Trump "limpiamente", y añadió: "No necesitamos que los jueces tomen estas decisiones, necesitamos que los votantes tomen estas decisiones". Ron DeSantis acusó a los demócratas de "abusar de su poder" para perseguir a Trump a través del sistema legal. Pero el gobernador de Florida también trató de argumentar que el último fallo era una razón para que los asistentes a los caucus de Iowa y otros votantes de las primarias lo eligieran a él en lugar del expresidente. "¿Queremos que 2024 sea sobre este juicio, este caso, tener que poner cientos de millones de dólares en cosas legales?". dijo DeSantis en respuesta a la pregunta de un votante sobre la decisión de Colorado. "¿O queremos que 2024 sea sobre sus problemas, sobre el futuro del país?". Sarah Longwell, una estratega anti-Trump, publicó en X: "Creo que tenemos que vencer a Trump en las urnas, no en los tribunales". La Corte Suprema de Colorado descalificó a Trump para la boleta electoral de las primarias presidenciales republicanasdel estado por considerar que incurrió en insurrección el 6 de enero de 2021, cuando un grupo de sus partidarios irrumpió en el Capitolio estadounidense en un intento de impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en los comicios presidenciales. En una decisión de 4-3, la mayoría citó la 14ª Enmienda de la Constitución estadounidense, ratificada tras la Guerra de Secesión. Esta enmienda prohíbe el ejercicio del cargo a quienes hayan intentado derrocar al gobierno. "La decisión del Tribunal no sólo es histórica y está justificada, sino que es necesaria para proteger el futuro de la democracia en nuestro país", declaró Noah Bookbinder, presidente de Ciudadanos por la Responsabilidad y la Ética en Washington, que había apoyado a los demandantes en el caso. Jason Crow, congresista demócrata por Colorado, celebró la sentencia."La Constitución protege el derecho al voto y prohíbe a los candidatos que abusen del proceso o se dediquen a la insurrección. Donald Trump ha hecho ambas cosas", escribió en X. Pero los tribunales de un grupo de otros estados han rechazado hasta ahora el argumento de que la 14ª Enmienda impide a Trump ocupar el cargo. Trump ha prometido presentar un recurso contra la decisión de Colorado ante la Corte Suprema de EE.UU., y el tribunal de Colorado ha dejado en suspenso su decisión hasta el 4 de enero para darle a la Corte la oportunidad de decidir si interviene o deja que la sentencia entre en vigor. Esto ha puesto a la Corte Suprema de EE.UU. en medio de otra tensa y urgente lucha política. La Corte ya está estudiando si debe admitir a trámite otro recurso de Jack Smith, el abogado especial que supervisa los casos federales contra Trump, sobre si el expresidente es inmune a un proceso penal por hechos ocurridos mientras ocupaba la Casa Blanca. "El momento de la decisión de la Corte Suprema va a ser beneficioso para [Trump] o no, y [la Corte] será criticada en consecuencia", dijo Michael Klarman, profesor de la Facultad de Derecho de Harvard. "Así que no sé cómo van a evitar eso". Trump no ha sido condenado por insurreccióncontra EE.UU., e incluso los cargos penales estatales y federales a los que se enfrenta en relación con sus esfuerzos por subvertir los resultados de las elecciones de 2020 no incluyen la insurrección. Si la Corte Suprema de EE.UU. se ocupa del caso de Colorado, "me sorprendería que no revocara esa decisión", dijo Klarman."Simplemente no creo que haya ningún buen argumento en una democracia para que un tribunal deba impedir que una mayoría de votantes republicanos tengan sus preferencias". En cuanto a Biden, le dijo a los periodistas que no haría comentarios sobre la sentencia de Colorado y su impacto en su probable rival en la carrera por la Casa Blanca el año que viene. "Si se aplica la 14ª Enmienda, dejaré que la Corte tome esa decisión", dijo el presidente. "Pero ciertamente apoyó una insurrección. No hay duda de ello. Ninguna. Ninguna. Y parece estar redoblando la apuesta".