
Las grandes petroleras de Europa están ampliando sus negocios con sus socios energéticos rusos pese a que este mes la Unión Europea (UE) votó a favor de seguir imponiendo sanciones, lo que recalca que las empresas occidentales están aprendiendo a vivir con las restricciones impuestas a Moscú.
BP está a punto de cerrar un acuerdo para adquirir 20% de un yacimiento siberiano de la firma estatal Rosneft que podría valer u$s 700.000 millones, según explicaron a Financial Times fuentes familiarizadas con la situación, mientras que la italiana Eni y la noruega Statoil han obtenido la aprobación de las capitales europeas para seguir adelante en sus proyectos conjuntos con Rosneft.
Shell también continúa trabajando en su asociación con Gazprom Neft, la división petrolera del grupo de gas ruso, y solicitó la aprobación del gobierno holandés para otros proyectos.
Los movimientos coinciden con el foro económico internacional de San Petesburgo, la respuesta Rusa a Davos, que se celebra esta semana bajo un clima bastante distinto al del año pasado, cuando se impusieron las primeras sanciones. Este año existe una atmósfera más positiva, ya que las empresas internacionales intentan esquivar las sanciones para trabajar con sus socios rusos.
El aumento de la cooperación entre las grandes petroleras europeas y rusas demuestra una profunda división entre Europa y EE.UU. Washington bloqueó toda cooperación con Rusia en el Ártico, en aguas profundas y en proyectos de hidrocarburos no convencionales, lo que implica que los diez proyectos de ExxonMobil con Rosneft siguen congelados. Pero las sanciones de la UE, que permiten a las compañías con contratos previos a ellas seguir trabajando, dan la posibilidad a los grupos europeos de expandir incluso sus actividades en Rusia.
"Las empresas europeas están encontrando vías y sin duda tienen más libertad para hacer negocios que sus rivales estadounidenses", señala James Henderson, socio senior del Instituto Oxford de Estudios de la Energía. "Las compañías estadounidenses van a estar en una enorme desventaja, ya que las sanciones de la UE no son retroactivas y las estadounidenses sí lo son".
Una autoridad occidental del sector de la energía dijo en Moscú que las empresas europeas "viven con esperanza", y señaló que los movimientos van dirigidos a "mantener el plato caliente" para cuando las sanciones se levanten finalmente. Bob Dudley, el CEO de BP, declaró en la CNBC este mes que la empresa británica "exploraría más oportunidades de inversión" en Rusia.
Se prevé que BP cierre un acuerdo para adquirir un 20% del yacimiento de Taas-Yuriakh esta semana, lo que podría revelarse en San Petesburgo, según fuentes familiarizadas con la situación.











