
El apetito voraz de los inversores por los activos de mayor rendimiento está dando impulso a algunas de las clases de bonos más riesgosas que hasta ahora se habían quedado atrás en el generalizado repunte que registraron las obligaciones negociables.
El rendimiento adicional por encima de la deuda del gobierno de EE.UU. que ofrecen los bonos corporativos con calificación triple C o menor se redujo más de un punto porcentual a 12,38 puntos porcentuales durante el mes pasado, lo que elevó el precio de los bonos, según Ice Data Services. A la deuda le fue mucho mejor que al mercado de bonos de alto rendimiento, a menudo llamado "basura", donde el diferencial promedio cayó 0,45 puntos porcentuales a 5,34 puntos porcentuales.
Es una señal de que los inversores ávidos de rendimiento empiezan a aventurarse a empresas muy riesgosas que han tenido un desempeño inferior desde que el mercado tocó un piso en marzo y que todavía ofrecen un potencial de jugosos retornos. S&P Global, una de las tres grandes agencias de calificación, considera que las compañías que emiten bonos triple C son "vulnerables".
Sin embargo, los inversores están dispuestos a correr el riesgo porque el rendimiento de los bonos de triple C y de calificación baja sigue siendo mucho mayor al que ofrecen los bonos del Tesoro estadounidense, o incluso la deuda doble B, que es la que ubica en la cima de la pila de basura, y que brinda un retorno de apenas 3,7 puntos porcentuales por encima de los bonos públicos de EE.UU.
Cuando la Reserva Federal anunció en marzo que comenzaría a comprar bonos corporativos, rápidamente se revirtió la venta masiva vinculada al coronavirus y provocó una avalancha de colocaciones de deuda por parte de las empresas que querían captar fondos para atravesar la pandemia.
Frente a la reducción de los rendimientos que ofrece la deuda de alta calidad, los inversores giraron su atención hacia los bonos de menor calidad, lo que permitió que algunas de las empresas mejor calificadas dentro del mercado de deuda basura se aseguraran una financiamiento ultra barato.
El fabricante de latas de aluminio Ball Corporation que tiene una calificación crediticia doble B por ejemplo, consiguió la semana pasada el costo de endeudamiento más bajo de la historia para una compañía estadounidense calificada como "basura", pagando sólo 2,9% para un bono a 10 años por u$s 1.300 millones. Esto se compara con el cupón de 9,5% de un bono a cinco años por u$s 500 millones que a fines de julio colocó Seaworld Entertainment, el operador de parques temáticos con nota triple C.
Traducción: Mariana Oriolo














