
Los empresarios tecnológicos estadounidenses están orgullosos de haber alcanzado el éxito sin la ayuda del gobierno.
Por el contrario, los grandes grupos tecnológicos chinos se sienten orgullosos de su exitosa colaboración con el gobierno.
Lejos de obstaculizar la generación de beneficios, el país comunista ha sido de lo más lucrativo para los inversores extranjeros. La tendencia debería continuar en 2018. Compañías como Alibaba y Tencent tienden a anticiparse a los problemas censurando páginas web y dando prioridad a los objetivos del Partido Comunista de China. Esto les permite salvar los obstáculos reguladores. Mientras que Facebook, Google y Alphabet tienden a hacer caso omiso de las peticiones de los políticos, lo que provoca la ira de los reguladores.
Hay otras diferencias cruciales. Alibaba dirige mercados digitales y cobra a terceras empresas por colocar productos en sus plataformas. La compañía china no tiene un inventario como Amazon. Tencent depende de los beneficios de los juegos por Internet como motor de su crecimiento, al contrario que Facebook, que está centrado en la publicidad.
Ambos grupos chinos dirigen plataformas de pago. Esto permite recopilar datos que los estadounidenses estudian detenidamente. Y, mientras el negocio en la nube en Estados Unidos ya ha alcanzado la madurez, las correspondientes y deficitarias divisiones de los grupos chinos crecen a gran velocidad.
Si Alibaba hubiera conseguido los márgenes operativos de los servicios web de Amazon de un trimestre el año pasado, sus ingresos operativos, de 49.000 millones de yuanes (u$s 7400 millones) habrían sido un 7% superiores. A mayor cantidad de datos, mayores son las tarifas que se cobran a los anunciantes.
Los grupos chinos también han ayudado a sacar adelante la agenda del gobierno. A ojos de los demócratas, esto puede parecer represión. Para los afines al partido, fomenta la cohesión. Se mire como se mire, la coexistencia pacífica es más probable que en Occidente.













