
Chile podría dejar de ser el principal destino de inversiones para las mineras de cobre de todo el mundo. Como consecuencia de la galopante inflación de costos, los nuevos proyectos ya no son competitivos, han advertido ejecutivos de la industria minera global.
La advertencia recalca cómo va cambiando la suerte de los países ricos en recursos. Durante la década pasada, la mentalidad de auge que llevó a las mineras a gastar en exceso, a los trabajadores a exigir salarios más altos y a los proveedores de servicios a elevar los precios erosionó la competitividad ahora que han caído los precios de los commodities que ellas producen.
La ventaja competitiva de la industria del cobre acá está disminuyendo, aseguró Peter Beaven, jefe de metales básicos en BHP Billiton, dueño de Escondida, la mina de cobre más grande del mundo.
Las dificultades de Chile podrían beneficiar a otros destinos como Perú y Estados Unidos y zonas nuevas incluyendo Zambia y la República Democrática del Congo en el cinturón de cobre africano, y Mongolia. Sin embargo, es poco probable que Chile deje de ser el productor de cobre número uno del mundo: actualmente representa una tercera parte de la oferta, y cuenta con una porción similar de las reservas globales.
Los ejecutivos de mineras reunidos en Santiago para asistir al encuentro anual Cesco aseguran que sus compañías se muestran reacias a aprobar nuevas inversiones en Chile porque el boom de inversión de la década pasada elevó los costos de mano de obra y equipos, mientras que la energía y el agua son cada vez más insuficientes.
Ayer, las minerías de cobre de todo el país realizaron una huelga de un día en reclamo de seguridad laboral.
El superciclo para Chile llegó a su fin porque subieron los costos, señaló Gustavo Lagos, profesor de minería en la Universidad Católica de Santiago.
Al mismo tiempo, los precios del cobre cayeron más de 25% desde su pico de 2011 debido a la disminución de la demanda china y el incremento de la producción como resultado de las inversiones anteriores.
Una vez terminados los proyectos que se están construyendo ahora, no necesariamente habrá otros proyectos, explicó Diego Hernández, CEO de Antofagasta.
Los costos ya están aumentando abruptamente en las minas chilenas; y lo mismo ocurre en otras naciones ricas en recursos como Australia.
Codelco, la minera de cobre más grande del mundo y propiedad del Estado chileno, informó costos 57% mayores el año pasado. Antofagasta pronosticó un incremento de 36% para este año.
Una gran parte del aumento se debe a la menor calidad del mineral en las minas más viejas. En Chuquicamata, una de las más antiguas de chile, los costos treparon 78% en 2012.
Thomas Keller, CEO de Codelco, contó que se está implementando un programa muy agresivo de recorte de costos.
Hernández aseguró que Estados Unidos se beneficiará con los menores costos energéticos y su elevada productividad laboral. Norteamérica podría todavía ser atractiva para proyectos nuevos, concluyó.











