
El níquel quedó absorbido por quienes son pesimistas en cuanto a los commodities.
Después del auge de precios que se observa desde 2005, y como resultado de que las mineras no han podido satisfacer la creciente demanda proveniente de China y otras economías emergentes, el níquel se convirtió en el primero de los grandes metales industriales cuya oferta finalmente se puso a la par de la demanda.
El mercado del níquel es relativamente chico (tiene cerca del mismo tamaño en términos de valor) y está dominado por los patrones de compra de la industria del acero inoxidable.
Pero su caída en desgracia, que de registrar en febrero su pico de tres años pasó a ser el metal con peor desempeño en la London Metal Exchange en lo que va de este año, vislumbra lo que algunos creen se viene para otros metales.
La pregunta es cuál es la razón. Después de cinco años de precios elevados, la producción nueva de níquel finalmente está comenzando a verse en el mercado.
Según pronósticos de Macquarie, la producción de níquel subiría 10,1% este año y 11,3% el año próximo, después de que entre 2008 y 2010 prácticamente no hubo crecimiento neto.
Los precios respondieron a la ola de oferta que se espera en el corto plazo.
El metal retrocedió 26% desde febrero para tocar los u$s 21.651 la tonelada la semana pasada, su nivel más bajo en más de seis meses.
Soy bastante pesimista en cuanto al precio del níquel, comentó George Cheveley, administrador de carteras de metales y minería en Investec Asset Management, una opinión compartida casi universalmente por los analistas, inversores y operadores.
Los futuros excedentes sugieren que habrá caídas de precios, y ahora creemos que podría quebrar la barrera de los u$s 20.000 la tonelada, explicó Jim Lennon, director de investigación de commodities en Macquarie.
Algunos inversores y analistas creen que el mercado de níquel quizás esté ofreciendo una visión de lo que le espera a otros metales con oferta limitada como el cobre.
Hasta ahora no se materializó la inmensa falta de cobre que se esperaba para este año, y eso se debe a que los precios récord llevaron a los consumidores a recortar sus compras.
David Wilson, analista de metales en Société Générale, señaló que el cobre podría ya estar en una situación similar al níquel. Comenzaremos a recibir la respuesta de las mineras a los precios de 2005-07 a partir del año próximo, comentó. Hay razones para pensar que en el actual ciclo no vamos a ver ningún alza en los precios del cobre.
Otros no están tan seguros. Los problemas con el abastecimiento de níquel se resolvieron de una manera poco ortodoxa: si bien muchas mineras grandes están trabajando con proyectos de níquel nuevos, el mayor incremento de la producción proviene de China.
La producción de arrabio de níquel, un ferroníquel de bajo grado producido sólo en China, crecerá 48% este año, pronostica Lennon, lo que representará más de la mitad del incremento de la oferta total.
El aumento de la producción china de arrabio de níquel suavizó la restricción de la oferta dado que muchos grandes proyectos nuevos de níquel sufrieron demoras de varios años.
Ahora, finalmente la mayoría de los analistas y ejecutivos esperan que pronto comiencen a producir algunos de esos proyectos nuevos. Hace unos meses se inauguraron dos operaciones de ferroníquel en Brasil dirigidas por Anglo American y Vale, mientras que Xstrata empezará a producir en Nueva Caledonia a mediados de 2012.
Sin embargo, pese a toda la producción nueva, los valores podrían no caer mucho.
Los actuales precios están alcanzando rápidamente el costo de producción de algunas mineras, en especial las chinas del segmento de arrabio.
No obstante, una buena parte de la oferta nueva pronosticada para los próximos dos años proviene de mineras que emplean una técnica que viene generando inconvenientes y, por lo tanto, numerosas demoras.
Pero dado que la producción china está a pleno, eso influirá poco en las cotizaciones.











