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Los meses de invierno suelen ser los más costosos de la factura de la luz. Eso se debe a que el precio de la energía se encarece, sumado también al hecho de que calefaccionar los hogares requiere un mayor uso de electricidad.

Realizar algunas modificaciones, como cambiar las bombillas por LED o de bajo consumo, o instalar paneles solares para no depender del todo del suministro eléctrico, es una buena forma de empezar a ahorrar. Sin embargo, algunas de las cosas que hacemos todos los días también pueden ser parte responsable del abultado precio de la luz.

Haciendo algunos cambios, es posible reducir el consumo y, por ende, bajar el precio de la factura de luz.

Apaga aquellos dispositivos que no utilizas

Desde altavoces inteligentes hasta algunos de los electrodomésticos que utilizamos a diario, cada vez son más los dispositivos inteligentes que tenemos en nuestro hogar. Estos suelen estar enchufados permanentemente a la corriente eléctrica, incluso en momentos en donde no estamos en nuestro hogar.

Si bien puede parecer que no consumen tanto, la realidad es que la sumatoria en el acumulado del mes puede notarse en la factura de la luz. Desconectarlos en los períodos donde nadie está en casa puede significar en un ahorro importante a fin de mes.

El modo reposo no limita el consumo

Ordenadores, televisores o videoconsolas tienen la función de reposar, de manera que sea mucho más sencillo continuar su uso en otro momento. Sin embargo, el modo de espera no afecta al consumo de estos dispositivos; de hecho, si permanecen todo el día así, van a seguir consumiendo energía.

Si no se va a utilizar alguno de estos dispositivos en el corto plazo, lo mejor es apagarlos para evitar el consumo eléctrico.

Calienta sólo las habitaciones que están en uso

En estos días de invierno, es una tentación dejar los radiadores prendidos en toda la casa. Es cierto que eso va a significar que todos los ambientes van a estar aclimatados, pero la realidad es que eso se va a transformar en consumo que se debe pagar en la factura de la luz. Procura solo encender los radiadores de las habitaciones que están en uno. Eso va a resultar en un gran ahorro en el consumo.

Evita también utilizar los radiadores para secar ropa, ya que esto puede provocar que el gasto de energía sea el doble.

Desenchufa las neveras vacía

Si bien no sucede en todos los hogares, hay algunos que tienen más de un frigorífico o nevera, los cuales funcionan como una reserva para reuniones familiares o celebraciones. Pero, si estos solo se utilizan en esas ocasiones, lo mejor es mantenerlas desenchufadas hasta que sea momento de utilizarlo.

Las neveras vacías pueden significar un 25% del total de la factura de electricidad, ya que el gasto para mantener el frío constante suele ser alto.