El futuro de Talgo: Criteria y Escribano podrían acompañar a Skoda en la toma de la empresa

Las piezas comienzan a encajar. Ayer Talgo confirmó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que recibió de parte de Skoda Transportation una propuesta de combinación de negocios y de integración industrial, aunque sin especificar una oferta económica. 

Hoy, en tanto, se conoció que la empresa checa busca ingresar al fabricante de trenes de alta velocidad español junto con Criteria, el brazo inversor de CriteriaCaixa, junto con Escribano, grupo especializado en defensa y accionista de referencia de Indra, empresa que comparte propiedad con el Estado español.

Ambas corporaciones, alineadas con la estrategia industrial del Gobierno, no confirmaron ni desmintieron la información. Incluso no son pocos los que especulan que Indra termine acompañando a estos posibles socios.

El consorcio húngaro Ganz Mavag, que presentó una OPA el pasado 7 de marzo sobre Talgo, ya tiene quien le compita, y para mayor preocupación de la empresa que lidera András Tombor, es el propio Gobierno, que desde el minuto uno se opuso a la oferta de Ganz Mavag por su antigua vinculación con el primer ministro húngaro Viktor Orbán y sus posibles nexos con Vladimir Putin. 

No es casual, entonces, que Tombor arremetiera pocos días atrás contra la viabilidad económica de Skoda. Evidentemente conocía las maniobras del Ejecutivo con el fabricante líder en locomotoras eléctricas.

"Si alguien quiere fusionarse o comprar Talgo tiene que presentar una oferta mejor que la nuestra", puso blanco sobre negro Tombor en la conferencia de prensa que dio en Madrid.

Vale recordar que Ganz Mavag cuenta con el apoyo de Pegaso, una sociedad instrumental que ostenta el 40% de las acciones propiedad del fondo Trilantic y la familia fundadora Oriol y el Grupo Abelló.

En la hemeroteca encontramos pistas de las conversaciones que se sucedían de forma discreta: "Estamos a la espera de nuevos actores", declaró el pasado 15 de mayo el ministro de Transportes Óscar Puente. Y estos nuevos actores llegaron el lunes con la propuesta de Skoda, también fabricante de trenes y competidor de la empresa española que ahora busca formar parte de su propiedad.

Cuestiones poco claras

Lo cierto es que tanto la oferta de Skoda para tumbar la OPA de Ganz Mavag - el 45% de la sociedad está en manos del fondo Corvinus, controlado por el Gobierno húngaro -, que ofrece 5 euros por acción y valora la empresa en 620 millones de euros, como el probable ingreso en calidad de actores secundarios de Criteria y Escribano al accionario de Talgo, de la mano de los checos, está rodeada de misterio.

Tanto es así que ayer Talgo se vio obligada a solicitar a Skoda, al no contener la propuesta una oferta económica, información detallada de sus pretensiones y si su propuesta es a través de una contraprestación económica superior a la ofrecida por Ganz Mavag. 

Además, le pidió que detalle sus actuales capacidades industriales y financieras, puestas en entredicho por Tombor.

Ante consultas periodísticas, Skoda negó dificultades económicas escudándose en que toda la industria ferroviaria sufrió el impacto de la COVID-19 y de la invasión rusa a Ucrania. "Como resultado, el sector se enfrenta a costos crecientes debido a presiones inflacionarias más altas, así como a retrasos en las entregas como resultado de algunos de estos problemas de la cadena de suministro.

Esta dinámica culminó el año pasado y llevó a un rendimiento financiero y operativo reducido también debido a la provisión de los riesgos que Skoda reflejó en sus cifras en 2023", señaló a Expansión un portavoz de la compañía controlada por la corporación PPF, dueña del 90% de las acciones.

10 de agosto, fecha límite

Mientras el Gobierno y sus socios industriales siguen en la búsqueda de otras alternativas que dejen fuera de la partida al grupo húngaro, lo cierto es que la Junta de Inversiones Exteriores, dependiente del Ministerio de Economía, tiene que elaborar un informe sobre la operación y enviarlo al Ejecutivo para su valoración, en un periodo de tres meses. 

El informe sobre la OPA húngara tendría que estar presentado hacia el 10 de agosto.

Aunque existe otro problema. Los intentos por seducir a otras empresas para tumbar la OPA presentada por Ganz Mavag sobre Talgo, juega al límite con la ley de OPAs española. Para muchos expertos estas maniobras son una injerencia porque Talgo tiene deber de pasividad al haberse presentado una OPA, por lo que no puede buscar una oferta competidora. 

Y si lo hizo el Gobierno tiene que dar explicaciones razonadas de por qué emprendió ese camino.

Por otra parte, quienes defienden las acciones emprendidas por el Ejecutivo, sostienen que Talgo es una empresa estratégica, por lo que el Gobierno podría condicionar o incluso vetar la operación haciendo uso del escudo antiopas.

Asimismo, si el Gobierno finalmente da su aprobación a oferta de adquisición húngara, la CNMV finalizará "el tratamiento de la opa a Talgo autorizándola". En cambio, si finalmente la aprobación de la Junta de Inversiones Exteriores no se produjese, el ente regulador está imposibilitado de autorizar la operación.

Por su parte, Magyar Vagon se ha reservado el derecho a tomar acciones legales contra el veto a una empresa de la Unión Europea (UE) que, además de ofrecer una prima del 40% a los accionistas de Talgo, presentó a la CNMV un plan industrial que garantiza la españolidad de Talgo e inversiones para doblar la facturación en el plazo de cinco años.

Si Skoda busca con esta operación completar su perfil industrial añadiendo la alta velocidad a su negocio, o si se trata de otra jugada de distracción del Gobierno, el reloj ya comenzó la cuenta regresiva para saber cómo terminará esta historia, cuyas primeras líneas se escribieron el pasado febrero.