Fuente: Shutterstock
Fuente: ShutterstockProducción propia
En esta noticia
Tal como estaba previsto, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, pasó ayer a la mesa del Consejo de Ministros la OPA hostil que BBVA lanzó sobre Banco Sabadell, para que sea esta instancia la encargada de examinar la integración entre ambas entidades.
Cuerpo, quien en sintonía con el Gobierno se opuso desde el minuto uno a esta operación, argumentó su decisión tras advertir riesgos de "interés general" diferentes a los esgrimidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMV), como la garantía de un adecuado mantenimiento de los objetivos de regulación sectorial, la protección de los trabajadores, la cohesión territorial, la promoción de la investigación y el desarrollo tecnológico y los objetivos de política social.
A partir de la decisión de Economía, comienza a contar un plazo de 30 días naturales para que el Consejo de Ministros emita su dictamen sobre la OPA, esto es si acepta la oferta bajo las condiciones aprobadas por la CNMC, o añade condiciones adicionales.
Pero también marca el comienzo de una batalla entre dos bandos que cuentan con aliados de peso. Por una parte, el Gobierno, empujado al rechazo de la fusión por sus socios independentistas, cuyo apoyo es indispensable para mantener a Pedro Sánchez en La Moncloa, tiene, además, el respaldo irrestricto de Sumar, su socio de coalición, que al igual que el PSOE necesita a los catalanes para su comprometida supervivencia política. A las formaciones políticas se añaden las agrupaciones empresariales y sindicales catalanas.
En la acera contraria, la operación diseñada por BBVA cuenta con el apoyo de Comisión Europea, ya que Bruselas no ve razones que justifiquen el bloqueo de la compra de Banco Sabadell por la entidad vasca. En este punto, cabe preguntarse hasta dónde Sánchez estaría dispuesto a plantarse ante Europa.
Asimismo, no son pocos los juristas que advierten del elevado carácter político de los argumentos esgrimidos por el ministro Cuerpo, que contradicen los planteamientos técnicos de la CNMC y puede traducirse en condiciones tan perjudiciales o beneficiosas para la operación como quiera el Ejecutivo.
Entre tantas lanzas en alto, Banco Sabadell expresó su convencimiento de seguir operando "en solitario" al tiempo que reafirmó que "sigue centrado en maximizar la creación de valor".
BBVA, por su parte, insistió en que "la operación es buena para el interés general de Cataluña, España y Europa". Y aseguró que "asumió unos compromisos sin precedentes en el sector financiero español que hacen que la operación sea todavía mejor".
BBVA argumentó, además, que la fusión con Banco Sabadell le permitirá obtener 850 millones de euros en sinergias con la integración. La entidad presidida por Carlos Torres Vila va más allá al sostener que lograría la mayoría de esos ahorros, incluso bajo un escenario de no fusión abriendo la puerta a mantener al banco catalán autónomo. Para los observadores se trata de un gesto para superar los reparos de la Administración Sánchez a la vez que podría suavizar las reticencias en Cataluña.
Europa, la piedra en el zapato de Sánchez
Sin duda, el líder socialista está ante la encrucijada de proponer condiciones a BBVA que hagan poco viable la fusión con Banco Sabadell, decisión que va en dirección opuesta al interés de Bruselas de contar con bancos más fuertes a través de fusiones, pero que está en sintonía con los intereses de los partidos independentistas.
Vale recordar que la Comisión Europea se mostró muy tajante con el futuro de la OPA, tanto que no dudó en afirmar que no aprecia razones para que el Gobierno bloquee o rechace la operación, por lo que cree que debe alinearse con la autorización con condiciones ya dada por la CNMC. "Las autoridades competentes dieron su opinión sobre la transacción.
El Banco Central Europeo (BCE) la aprobó. La autoridad española de Competencia la aprobó, sujeta a una serie de medidas de mitigación para garantizar que los consumidores de las zonas más remotas de España no pierdan el acceso a los cajeros automáticos y a los préstamos a las pymes", argumentó su apoyo a la OPA.
Lo cierto es que Bruselas está estudiando la compatibilidad de las medidas del Gobierno con el Derecho de la Unión Europea (UE), por lo que no existen dudas en que en caso de que sea necesario, hará uso de sus poderes como guardiana de los Tratados comunitarios.
Para Cuerpo hay que diferenciar dos ámbitos importantes: el legal, donde el Gobierno español "está siendo escrupuloso y garantista con el procedimiento y la normativa nacional"; y del contenido, de cómo cree España que se tiene que ir avanzando hacia la unión bancaria y cómo debe ser en el futuro el sistema financiero para poder competir a nivel internacional.
"Pero también para poder conservar y preservar estos objetivos de política económica tan importantes como que el crédito siga fluyendo a nuestras pymes, particularmente de manera generalizada en todo el territorio, que seamos capaces de proteger el empleo, porque no solo es proteger el empleo de aquellas oficinas que no se cierren, sino que la presencia también territorial de estas entidades protege la actividad económica de la zona y, por lo tanto, protege también el desarrollo económico y el empleo en aquellas comarcas, en aquellos municipios donde se mantienen", remató.
Llegados a este extremo, la pregunta que ronda en Madrid, Barcelona y Bruselas es: ¿Existe un punto intermedio entre ambas posturas?
Renta 4 no lo duda. "Se ratifica el calendario previsto y vamos en la dirección para que a finales de junio se abra el periodo de aceptación de la oferta para los accionistas de Sabadell, que es lo que contemplamos en nuestro escenario base, con la aprobación del Gobierno con condiciones adicionales pero no estructurales que obliguen a BBVA a retirarse", arriesga el banco de inversión, y añade que "no esperamos una mejora de la oferta al menos hasta que se abra el periodo de aceptación, momento en el cual no hay que descartar que pueda darse una mejora del precio".
Opinión del mercado
Rafael Alonso, analista de Bankinter, dice que, tras las condiciones impuestas por la CNMC, la clave ahora está en la no-oposición del Ejecutivo a la operación en las condiciones actuales asumibles para BBVA. "Este aspecto es clave para que la integración de Banco Sabadell en BBVA se realice lo más rápido posible y alcanzar las sinergias de costes, estimadas inicialmente por BBVA en 850 millones de euros a 3 años", subraya.
Con todo, de acuerdo al analista "la probabilidad de éxito de la OPA es reducida si BBVA no mejora la ecuación de canje y/o aumenta el pago en cash".
Por su parte, Sergio Ávila, experto de IG, afirma que "tanto el Banco Central Europeo como la CNMC han dado luz verde, pero ahora el Gobierno español examina la operación alegando motivos de 'interés general. En juego están aspectos como el empleo, la inclusión financiera y la cohesión territorial".
Y recuerda que "Bruselas ya dejó claro que no ve motivos para bloquear la operación, lo que pone presión sobre Moncloa para que su decisión sea coherente con los criterios comunitarios".
Reflexiones aparte, si el Ejecutivo da luz verde la operación en los términos aprobados por la CNMC, los siguientes pasos serán la aprobación del folleto por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la apertura del plazo de aceptación de la oferta, donde los accionistas de Banco Sabadell decidirán si venden sus acciones a BBVA.
A primera hora de la tarde, la acción de BBVA baja un 1,27% comercializándose a 13,37 euros, mientras que los títulos de Banco Sabadell lo hacen un 1%, cuyo valor está en 2,77 euros, cifra que explica un incremento en lo que va del año del 48,32%. En tanto, los papeles de BBVA alcanzan un crecimiento del 41,56% desde enero a hoy.
Por su parte, Sergio Ávila, experto de IG, afirma que "tanto el Banco Central Europeo como la CNMC han dado luz verde, pero ahora el Gobierno español examina la operación alegando motivos de 'interés general'".
Y recuerda que "Bruselas ya dejó claro que no ve motivos para bloquear la operación, lo que pone presión sobre Moncloa para que su decisión sea coherente con los criterios comunitarios".
Reflexiones aparte, si el Ejecutivo da luz verde la operación en los términos aprobados por la CNMC, los siguientes pasos serán la aprobación del folleto por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la apertura del plazo de aceptación de la oferta, donde los accionistas de Banco Sabadell decidirán si venden sus acciones a BBVA.
A primera hora de la tarde, la acción de BBVA baja un 1,27% comercializándose a 13,37 euros, mientras que los títulos de Banco Sabadell lo hacen un 1%, cuyo valor está en 2,77 euros, cifra que explica un incremento en lo que va del año del 48,32%. En tanto, los papeles de BBVA alcanzan un crecimiento del 41,56% desde enero a hoy.
