Atención jubilados: estos son los motivos por lo que podrías perder tu pensión no contributiva
Los beneficiarios de una pensión no contributiva, deben cumplir con una serie de requisitos que exige el Imserso. De lo contrario, podrían perder el derecho a cobrar dicha pensión.
Las pensiones de la Seguridad Social son pagos que reciben los trabajadores que no pueden seguir trabajando, ya sea por motivos de jubilación, viudedad o incapacidad debido a enfermedad o accidente. Estas pensiones se clasifican en dos categorías: contributivas y no contributivas.
Las contributivas son aquellas en las que el beneficiario ha cotizado el mínimo para acceder a ellas, mientras que las no contributivas son aquellas que perciben los trabajadores que no han cotizado el mínimo. Estas últimas van dirigidas a personas vulnerables que carecen de recursos suficientes.
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A su vez, las pensiones no contributivas (de jubilación y la de invalidez) son gestionadas por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO). Para cada una de ellas, la agencia de gobierno pide el cumplimiento de una serie de requisitos.
Los 4 motivos por lo que la Seguridad Social puede quitarte la pensión no contributiva
"La pensión no contributiva de jubilación asegura a todos los ciudadanos mayores de 65 años y en estado de necesidad una prestación económica, asistencia médico-farmacéutica gratuita y servicios sociales complementarios, aunque no se haya cotizado o se haya hecho de forma insuficiente para tener derecho a una pensión contributiva", describen.
No obstante, si eres un beneficiario de este tipo de pensión no contributiva y pese a que tengas recursos económicos escasos, puedes llevarte un disgusto. Lo cierto es que hay varios supuestos que pueden provocar que pierdas el derecho a cobrar dicha pensión. A continuación, detallamos uno por uno:
- Superar los ingresos máximos
Uno de los requisitos primordiales es no superar el umbral máximo de ingresos para obtener el derecho a este tipo de pensión. Es importante destacar que este límite de ingresos varía según el tamaño y la composición del hogar.
Por ejemplo, el límite de ingresos a obtener para aquellas personas que viven solas es de 6.784,54 euros, sin incluir la cantidad de la prestación.
- No declarar los ingresos extra
Otro de los motivos por los cuales tu pensión no contributiva puede ser revocada es si no se declaran los ingresos adicionales recibidos además de dicha pensión.
Por lo tanto, el Imserso requiere de manera obligatoria que se declaren todos los ingresos percibidos por cualquier miembro de la unidad familiar. Es fundamental no omitir esta declaración, ya que se debe realizar durante los tres primeros meses del año.
- No comunicar al Imserso los cambios personales
Además, es importante tener en cuenta que se debe informar al Imserso sobre los cambios en la situación personal de la persona beneficiaria.
Estos cambios pueden incluir el estado civil o el lugar de residencia. Es importante destacar que el matrimonio en sí no provoca la pérdida de la pensión, pero se debe comunicar este cambio al Imserso.
- Si cambias de trabajo, tendrás que avisar si aumenta tus ganancias
En caso de cambiar de empleo, es obligatorio notificar a dicho organismo en caso de que ese cambio laboral provoque alguna variación en los ingresos económicos.
En este sentido, es fundamental estar muy atento para no olvidar ninguna de estas situaciones en las que se puede perder la pensión no contributiva, la cual es crucial para evitar problemas económicos en el día a día.
Sin embargo, en caso de que se pierda la pensión debido a alguna de estas circunstancias, existe la posibilidad de volver a solicitarla. Será necesario demostrar al Imserso que se cumplen nuevamente todos los requisitos exigidos para recibir la pensión de manera mensual.