Murió la ley de alquileres | Los propietarios deberán pagar por los destrozos que ocasionen los inquilinos
La ley de Viviendas determina quiénes son responsables de las reparaciones en propiedades de alquiler, así como los derechos y deberes de inquilinos y propietarios.
Una de las problemáticas más frecuentes entre propietarios e inquilinos que comparten un contrato de alquiler se dirime entorno a quién asume la responsabilidad de llevar a cabo las reparaciones o arreglos necesarios en la vivienda.
En este sentido, la ley de Viviendas de España es muy clara respecto a los inconvenientes que puedan surgir en la propiedad, dado que estos pueden implicar gastos significativos.

¿Quién es responsable de los arreglos en una vivienda alquilada?
De acuerdo con el artículo 21.1 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), los arreglos o mejoras necesarias en una vivienda o piso arrendado son responsabilidad del propietario.
La normativa establece que el arrendador tiene la obligación de llevar a cabo estas reparaciones sin incrementar el precio del alquiler. "Todas las reparaciones que resulten imprescindibles para mantener la vivienda en condiciones adecuadas de habitabilidad, conforme al uso acordado", dice la ley.
No obstante, la Ley de vivienda especifica que se contemplan excepciones "en los casos en que el deterioro que requiera reparación sea atribuible al arrendatario, de acuerdo con lo estipulado en los artículos 1563 y 1564 del Código Civil".

Obligaciones que debe cumplir un inquilino
Por su parte, los inquilinos tienen la obligación de notificar de inmediato al arrendador sobre la necesidad de realizar reparaciones. Para eso, deberán facilitar la verificación directa del estado de la vivienda, ya sea por sí mismo o a través de los técnicos que designe, conforme a lo estipulado por la ley.
Asimismo, la norma establece que las pequeñas reparaciones derivadas del desgaste por el uso ordinario del inmueble arrendado "serán responsabilidad del arrendatario".
Por último, el Artículo 21 de la Conservación de la vivienda de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) establece que, en los casos en que se requieran obras, la duración de las reparaciones no podrá exceder de 20 días. Sumado a esto, si el inquilino se ve obligado a abandonar el inmueble, el propietario deberá proceder a una reducción proporcional del alquiler correspondiente.