¿Adiós electrodomésticos nuevos? Amplían una ley que puede ayudar a ahorrarte cientos de euros
El Parlamento Europeo y Consejo de la Unión Europea acordaron expandir una ley aprobada en 2020. Qué se busca lograr con esta medida.
Uno de los mayores problemas de la actualidad está relacionado con la basura electrónica. Según un estudio realizado por el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación Profesional e Investigaciones (UNITAR), en 2022, España generó 86 millones de kilogramos de este tipo de desperdicio.
La Comisión Europea considera que solucionar este problema es parte vital para poder alcanzar la Agenda 2030. Es por eso que, recientemente, se ha llegado al consenso para expandir una de las leyes que podría ayudar a reducir la basura electrónica.
Cuál es la ley que extendió la comisión europea
Los consumidores europeos tendrán el derecho a solicitar una reparación por parte del fabricante en caso de que un electrodoméstico se averíe. Un año tras la propuesta para actualizar el "derecho a reparar", el Parlamento Europeo, junto con el Consejo de la Unión Europea, han llegado a un consenso para su expansión.
Esta nueva normativa extiende la capacidad de arreglar electrodomésticos y otros productos más allá de la cobertura de la garantía original, incluyendo también una extensión de los derechos durante dicho periodo.
Según la legislación, frente a un producto defectuoso o si surge un fallo estando todavía bajo la garantía legal, los consumidores disfrutarán de un año adicional de garantía si optan por reparar el producto en lugar de sustituirlo.
Cómo funciona esta ley
En 2020, se estableció que los fabricantes debían permitir el acceso a repuestos. Esta disposición se ha transformado ahora en una obligación, requiriendo a los fabricantes proveer detalles sobre sus servicios de reparación y los costes de las piezas y arreglos más comunes.
La ley no solo facilitará el acceso a piezas oficiales, sino que también impedirá que los fabricantes limiten las reparaciones hechas por uno mismo, ya sea a nivel de hardware o software. Esto significa que se podrán utilizar materiales reciclados o incluso piezas creadas con impresoras 3D para las reparaciones.
España deberá que implementar una medida adicional para fomentar el derecho a reparar. Además de adherirse a las directrices europeas, se indica que cada estado miembro debe introducir una iniciativa para promover este derecho, ya sea a través de fondos nacionales o acciones locales.