El sindicato de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) levantó el paro de colectivos en el área metropolitana (AMBA) y retomó el servicio desde la medianoche de este viernes. Sin embargo, no hubo acuerdo sobre el conflicto salarial, dado que ninguna de las partes se movió de su posición.
Después de un encuentro de casi 5 horas en la Secretaría de Trabajo, acordaron volver a reunirse el 17 de abril. En el acta de la reunión el Gobierno instó a las partes a "extremar esfuerzos a fin de acercar posiciones superadoras de las diferencias planteadas".
La UTA anticipó que en caso de que no se depositen los $250.000 antes del 25 de abril, volverán al paro. Las cámaras empresarias ratifican que no cuentan con el dinero.
Una diferencia de $12.500 millones
La diferencia de posiciones implica un monto de $12.500 millones, informaron fuentes del sector privado. Por estas horas, la solución más probable es que la Secretaría de Transporte actualice el costo de determinación de los subsidios, que establece los salarios de los colectiveros en $737.000, tal como pagaron los empresarios.
Así lo aseguró Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA): "En los próximos días vamos a solucionar en conjunto la recomposición de los ingresos de las empresas, de manera tal de contar con recursos para hacer frente a la negociación salarial que está reclamando la UTA. Se ganó tiempo quitando de la negociación el conflicto sindical y sin la gente de rehén. Ahora le pedimos a las autoridades de Transporte el mismo nivel de comprosmio dado que son los que deciden el nivel de taria y de subsidio para cubrir los costos de la actividad".
La decisión de fondo actualmente no está en el secretario de Transporte, Franco Mogetta, sino en el ministro de Economía, Luis Caputo. Una de las posibles soluciones es actualizar el boleto, pero eso implicará otro golpe al bolsillo de la clase trabajadora, al tiempo que impactará en la inflación de abril, que ya cuenta con un impacto de casi 5 puntos de los regulados, por los aumentos de la tarifa de gas y de prepagas, según estimó Eco Go.
La preocupación de Caputo es tal que hasta interviene en los acuerdos paritarios, sin homologarlos en los casos donde superan ampliamente la inflación mensual. Así lo dijo en una entrevista televisiva en relación al caso de Camioneros, y por primera vez el Gobierno dejó por escrito cuál es es el techo. En el acta de la reunión de este jueves, dice: "El Gobierno nacional, atento a los valores de caída de la inflación teniendo en cuenta la proyección, consideró que era necesario que los ajustes salariales no superen la inflación, no más allá de 2 puntos porcentuales".
¿Subir el boleto o aumentar los subsidios?
Actualizar tarifas es la solución preferida de las empresas. Aseguran que el AMBA tiene uno de los boletos más bajos del país, con el mínimo del pasaje en $270. En otras grandes ciudades, como en Córdoba o Santa Fe, el boleto es de $700. De hecho, no haría ni falta una audiencia pública, dado que Economía tiene la potestad para incrementar tarifas bimestralmente por inflación, algo que en abril decidió no hacer.
La otra posible solución es aumentar los subsidios al transporte. Para la cartera de Mogetta, esto es lo menos óptimo: actualmente, el boleto que paga el pasajero solo cubre el 30% del costo total, y el objetivo oficial es mejorar ese número, no empeorarlo con más subsidios. Para Economía, el problema de incrementar subsidios es el impacto en las cuentas públicas, en un contexto donde cae la recaudación, y con un programa anclado en lo fiscal.
En la reunión de este jueves, las partes mantuvieron su misma posición. El sindicato plantea que tiene que depositarse el aumento porque así quedó por escrito en la paritaria firmada en febrero. Los empresarios aseguran que para pagar un nuevo sueldo, debería homologarse una paritaria por marzo, algo que todavía no ocurrió.
