

En la Argentina, durante el último año y medio, las clases escolares de chicos y adolescentes se convirtieron en un tema polémico que llevó a confrontaciones políticas e incluso tuvo secuelas judiciales entre el oficialismo y la oposición. Clases presenciales sí, clases presenciales no, clases mixtas un día y al otro no, burbujas y zoom: esos fueron -y son- algunos de los formatos aplicados, con una gran disparidad a nivel nacional.
Este debate tuvo al Gobierno Nacional, a la Ciudad de Buenos Aires y, finalmente, a la Corte Suprema de Justicia como los grandes decisores del destino de millones de chicos que, en muchos casos, probablemente no logran entender las secuelas de no ir al colegio, pero sí sienten el impacto de no socializar con sus amigos.

En este marco, una encuesta realizada por Unicef Argentina muestra datos poco alentadores sobre la "vuelta a la normalidad" educativa. Respecto a los adolescentes, el 78% de los que indicaron haber abandonado la escuela en 2020 retomaron la escolaridad este año, sin embargo, un 22% no volvió a la escuela todavía.
El relevamiento, representativo de unos 6,3 millones de hogares en localidades urbanas y de unas 27,1 millones de personas, establece entonces que de los 126.500 adolescentes que indicaron un abandono escolar en el 2020, 27.000 siguen sin volver a las aulas.

Por otro lado, considerando las encuestas por hogar, 357.000 viviendas indicaron que por lo menos uno de sus niños -chicos o adolescentes- dejaron de asistir al colegio el año pasado y solo un 81% de estos hogares indicó que sus hijos retornaron a la escolaridad, por lo que en 67.000 hogares de todo el país los chicos no regresaron al colegio todavía.
Entre los principales motivos citados por los participantes del sondeo se encuentran que los más chicos "se desengancharon de la escuela durante la pandemia y no querían seguir estudiando y que los adolescentes se vieron atravesados por problemas de salud, situaciones de embarazo, maternidad o paternidad".
Respecto a la vuelta a las clases presenciales, en el 91% de los hogares alguno o todos los niños, niñas y adolescentes tuvieron clases presenciales, por lo que el 9% indicó que ninguno de los chicos de la vivienda había vuelto a pisar el colegioabarca a aproximadamente 1.009.000 niñosy adolescentes de 545.500 hogares.

El trabajo de Unicef indaga también sobre el acceso a las tecnologías y a Internet de los hogares encuestados, un elemento fundamental para mantener clases a distancia o mixtas. En este punto, la respuesta resulta nuevamente preocupante: "Solo la mitad de los hogares dispone de una computadora para usos escolares y de conectividad domiciliaria y el 26% no cuenta con ningún dispositivo o bien no accede a Internet en su hogar", concluye el organismo.
Además, se observa una marcada diferencia entre las distintas regiones del país: tanto el Nordeste Argentino (NEA) como el Noroeste Argentino (NOA) poseen mayor proporción de hogares en situación desfavorable, un aspecto que se remarca especialmente en cuanto el acceso a la tecnología y a Internet.

Frente a este panorama, este lunes el mismo ministro de Educación, Nicolás Trotta, anunció que la promoción automática aplicada el año pasado a los chicos que no cumplían con los requisitos clásicos para pasar de año se eliminará para 2021.
Además, reveló los planes de su cartera para reforzar los conocimientos no adquiridos frente a la fluctuación de la modalidad de las clases: "Para los que terminan cada uno de los ciclos dentro de la primaria y de la secundaria pensamos la extensión del ciclo lectivo, para robustecer esas trayectorias educativas", adelantó.













