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Un presunto documento confidencial de Estados Unidos filtrado a los medios cuya veracidad no niega ni confirma oficialmente el gobierno de aquel país, cita un supuesto plan de la administración Biden para alinear al presidente de Paraguay, Santiago Peña, a través de la bandera de la lucha anticorrupción. El texto que fue publicado por La Política On Line apunta contra el exmandatario Horacio Cartes, jefe político de Peña, a quien Washington tiene hace rato en la mira y lo acusa como un actor que puede "infectar" el vínculo entre la Casa Blanca y el nuevo mandatario.

"Peña necesita elegir entre el gobierno de EEUU y Cartes", sostiene el documento que traza un supuesto curso de acción para fortalecer la autonomía de Peña a través de tres ejes a trabajar en un plazo de 6 a 24 meses: apoyar el control ciudadano -con énfasis en la labor de las organizaciones de la sociedad civil-; fortalecer el rol de las instituciones judiciales y de la ley y mejorar la efectividad de supervisión de las agencias de lucha contra la corrupción del gobierno.

Con el título "Plan de Acción Integrado Interinstitucional Anticorrupción para Paraguay", describe al expresidente Cartes como una "presencia política corrupta que puede infectar al gobierno entrante". Lo hace luego de ilustrar la profundidad de la corrupción en un sistema político que remonta a la dictadura de Alfredo Stroessner -donde "la corrupción era 'el precio de la paz'"- y que extiende a la mano detrás del poder del exmandatario y líder del Partido Colorado que "inyecta fondos públicos y apoya a candidatos que respaldan al partido asegurando el control de las palancas del poder".

Luego de caracterizar a Santiago Peña como el "protegido" del empresario, indica que si sigue actuando "como un títere de Cartes va en contra de los intereses de Estados Unidos". El documento lleva la fecha del 27 de julio, poco antes de la toma del poder del nuevo presidente.

Nueve días antes, el embajador Marc Ostfield se había reunido con Peña en Asunción en una cita que el entonces futuro canciller Rubén Ramírez Lezcano catalogó de productiva: "Fue muy claro en señalar que EE.UU. es un aliado estratégico de Paraguay". De hecho, entre los temas abordados destacó el de la lucha contra la corrupción.

"Mantuve una productiva reunión con el presidente electo @SantiPenap. Continuamos conversando sobre nuestras prioridades compartidas, desde la lucha contra la corrupción, hasta el desarrollo equitativo de Paraguay. Espero trabajar junto al presidente electo Peña, para fortalecer aún más la #AmistadHistórica y sólida entre los Estados Unidos y el Paraguay", tuiteó el diplomático.


Qué dice el informe sobre una hoja de ruta para Paraguay

El texto de 13 carillas, citado por LPO, refiere a una serie de acciones "fuertes y unilaterales" para alinear a Paraguay con los "intereses de EEUU". Describe al país como dominado por una "cultura de la impunidad" con políticos que "también manejan la actividad económica" y organizaciones del crimen transnacional que trafican drogas y armas por su territorio.

No solo presenta la hoja de ruta anticorrupción como una oportunidad para que el actual presidente se independice de la influencia del empresario sino que pondera el potencial de diversas políticas de transparencia bajo lo que da en llamar "Teoría del Cambio", en donde el actual embajador Marc Osfield asoma como un nodo clave para concretar contactos en post de avanzar en este sentido.

Además, el documento plantea una ofensiva contra diversos actores vinculados presuntamente a la arquitectura de corrupción en aquel país, mediante medidas como el quite de visados. Para ellos abre la puerta a la intervención de diversos organismos y agencias especializadas del Norte, desde el Departamento de Estado propiamente dicho a la USAID.

Desde el gobierno de Mario Abdo Benítez, con quien Washington mantenía una buena relación, Paraguay avanzaba en una serie de reformas políticas y legislativas bajo la égida de la lucha anticorrupción. De hecho, fue en ese turno que la Casa Blanca vetó a Cartes por las denuncias de contrabando y lavado de dinero que pesan sobre su figura. El documento apuntaría en la dirección de profundizar esa línea con la nueva gestión.

Entre los cambios que se trabajan figura la reforma de la carta orgánica de la Policía Nacional, con impulso del ministro de Interior, Enrique Riera. También la de monetización de activos de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico) y la creación del Ministerio de Integridad y Transparencia, en un período que la Casa Blanca estima como de 18 a 24 meses.

Otras metas, el supuesto documento clasificado las enmarca en un horizonte de menor plazo, entre los 6 y 12 meses. E incluye avanzar en el área de los sistemas disciplinarios y los procesos de selección y remoción de jueces y fiscales en el Poder Judicial paraguayo. La meta final sería garantizar la independencia de la Corte Suprema, la Fiscalía, el Consejo de la Magistratura y el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).

De igual modo, la Casa Blanca apuntaría a modernizar y profesionalizar al cuerpo de oficiales y las estructuras de las fuerzas militares de la mano del Departamento de Defensa, como parte de la lucha anticorrupción.


La respuesta de Estados Unidos

Tras la difusión periodística del documento, la embajada de Estados Unidos en Paraguay difundió su postura de no comentar sobre el texto difundido, su veracidad o contenido. Aunque ratificó que uno de los ejes sustanciales del vínculo bilateral con Asunción pasa por el capítulo de la lucha anticorrupción

"Es política del gobierno de EE. UU. no comentar sobre supuestos documentos filtrados. No podemos comentar sobre la autenticidad de este documento o responder sobre el contenido del mismo", señaló Leanne Cannon, vocero de la embajada de EE.UU. en Asunción

"Dicho esto, el gobierno de EE. UU. ha dejado muy claro que ayudar a Paraguay a combatir la corrupción es una prioridad principal en nuestra relación bilateral. La corrupción priva a las sociedades de recursos críticos y socava la democracia y el estado de derecho", destacó.

Y cerró con una reafirmación del compromiso de los Estados Unidos "con una amistad sólida y duradera con Paraguay y con ser un buen socio para ayudar a Paraguay a hacer frente a los desafíos que surjan".