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El próximo presidente deberá renegociar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluso desde antes de asumir. No solo, ni principalmente, porque las metas de 2023 lucen incumplibles, sino por el importante caudal de vencimientos que se acumulan en medio de la transición. Entre diciembre y abril de 2024, el país debe pagarle al Fondo u$s 5412 millones.

La libreta de pagos al Fondo tiene su pico en enero, pero luce desafiante para toda la transición. Con el desembolso de noviembre todavía pendiente -unos u$s 2500 millones- el Gobierno decidió pagar con yuanes el pago de intereses del mes, el próximo lunes, por unos u$s 700 millones. En diciembre cae otro pago de intereses, por u$s 914 millones. En enero, deberían saldarse u$s 1945 millones adicionales. Y quedan para febrero u$s 607 millones. Después de un pequeño respiro, en marzo, abril tiene un compromiso con el organismo por u$s 1945 millones.

A eso se suman otros vencimientos con organismos internacionales. Entre noviembre y diciembre, deben saldarse casi u$s 600 con multilaterales. Y, en el primer cuatrimestre de 2024, otros u$s 1234 millones. Estos compromisos dependen, también de renegociaciones y de ingresos de pagos para financiar distintos proyectos que van compensando las devoluciones.

Deuda privada y cronograma con el Fondo

Y, en enero, el Gobierno deberá hacer frente a un pago de la deuda reestructurada por Alberto Fernández y Martín Guzmán. Son casi u$s 1600 millones, según la consultora Equilibra, entre títulos Global y Bonar. De esa suma, unos u$s 1140 millones están en manos de acreedores privados.

En enero toca saldar vencimientos importantes de la deuda que renegociaron Alberto Fernández y Martín Guzmán con el FMI y privados.
En enero toca saldar vencimientos importantes de la deuda que renegociaron Alberto Fernández y Martín Guzmán con el FMI y privados.

En este contexto, la deuda con el Fondo es la más pesada. Además del pago de noviembre, pendiente, quedarían tres desembolsos para 2024, de 800 millones de DEG cada uno. Son poco más de u$s 1000 millones. El primero caería el 10 de marzo; los restantes, en junio y septiembre. En términos netos, Argentina debería devolverle u$s 5000 millones al organismo el año próximo.

Renegociemos

"Si Sergio Massa es electo presidente, creemos que los vencimientos con el FMI son manejables hasta el verano, mientras se renegocia el acuerdo, gracias a la activación del segundo tramo del swap con China", dijo Lorena Giorgio, economista jefe de Equilibra.

"Si gana Javier Milei, sería más probable llegar a un acuerdo anticipado con el FMI, que vendría de la mano del desembolso remanente de fin de año, dado que vemos menos probable que se profundice el vínculo con China", agregó.

"La parte más compleja es el pago a bonistas privados de enero, ya que no se pueden saldar, a priori, con yuanes, y deberían convertirse a dólares. En ese caso, una opción posible es una especie de préstamo puente, a la espera del ingreso de divisas de la cosecha gruesa y del desembolso del FMI", añadió la economista.

El swap con China permite saldar vencimientos, pero Milei fue enfático en su rechazo a la potencia asiática.
El swap con China permite saldar vencimientos, pero Milei fue enfático en su rechazo a la potencia asiática.

Juan Pablo Ronderos, director de MAP, trazó un escenario base en el que, gane quien gane, "ambos equipos terminarán convergiendo a un plan económico medianamente estándar, con propuestas con cierta lógica de mercado, que serán avaladas por el FMI y permitirán una negociación exitosa". Y añadió: "La resolución de las discusiones va a ser clave para despejar las dudas sobre el nuevo calendario de vencimientos. Esto debería ocurrir relativamente rápido, encaminándose al menos en las primeras semanas posteriores a la asunción".

Para MAP, "si Milei fuera el nuevo presidente, y siguiera insistiendo con su propuesta de dolarización, las discusiones con el FMI podrían extenderse y el acuerdo se demoraría, pero igualmente creemos que habrá voluntad de ambas partes". Y, si triunfa Massa, debería presentar "un plan y un equipo económico que convenza al mercado y transmita un mínimo de certidumbre".

El reloj apremia y la escasez de divisas continuará por unos meses más. "El nuevo Gobierno deberá diseñar una buena estrategia para renovar los compromisos, dado que no se espera una llegada importante de dólares frescos durante los primeros meses de 2024", dijo Ronderos.

El trigo sufrió la inclemencia climática y la cosecha fina no será un gran caudal de divisas este verano.
El trigo sufrió la inclemencia climática y la cosecha fina no será un gran caudal de divisas este verano.

"El aporte del sector energético no va a ser significativo, pero tampoco será una fuente de demanda considerable, dado que son meses de importaciones estacionalmente menores. En el caso del agro, el aporte de divisas de la cosecha fina va a ser menor, considerando las condiciones climáticas adversas que afectaron al trigo durante buena parte de los estadios de siembra y desarrollo. Sin que medie un cronograma de adelantamiento de liquidación, la oferta de divisas recién empezaría a mejorar a fines de marzo o comienzos de abril, cuando inicie la cosecha de soja y maíz", agregó.