Retenciones y dólar soja: el Gobierno tomó dos decisiones que golpearán fuerte al campo en 2025
La relación entre el oficialismo y los productores es fría y el agro no logró en 2024 que se mejoraran las condiciones para incentivar las exportaciones, sobre todo de granos. Cómo será el escenario el año que viene.
El Gobierno está muy desilusionado y molesto con el campo. Y el campo lo está con el Gobierno. Decir que se trata de una relación rota tal vez es demasiado, pero sí es cierto no solo que hoy la situación está muy lejos de ser la ideal, sino que además no tiene nada que ver con lo que ambos esperaban de la otra parte cuando Javier Milei asumió la presidencia.
Es que mientras el oficialismo esperaba una actitud "colaborativa" por parte del campo, los productores entendían que finalmente se iban a poner seriamente sobre la mesa la idea de eliminar las retenciones, además de la implementación de un tipo de cambio especial para incentivar la liquidación de exportaciones.
Y si ahora hay enojo, para 2025 no habrá que esperar otro panorama. El Gobierno no tiene previsto cambiar ninguna de las condiciones actuales relacionadas con las exportaciones de granos: no habrá ni eliminación de las retenciones ni una nueva versión del dólar soja. En algún momento se barajó la chance de que al menos ese impuesto a las exportaciones se redujera, pero eso hoy también aparece en la lista de imposibles.
"Por el lado del ingreso de dólares, entendemos que no será necesario. Este año no hubo un dólar diferencial y las exportaciones del campo de todos modos llegaron. Y en cuanto a un cambio en el esquema de retenciones, tampoco vemos que pueda haber modificaciones ya que pegaría directamente sobre la recaudación, es decir sobre el equilibrio fiscal", apuntaron fuentes oficiales a El Cronista.
Los empresarios del sector ya se pusieron al tanto de esta situación luego de algunas reuniones que mantuvieron con funcionarios del Gobierno, y ahora planifican el año en base a ese escenario.
Todo lo que tienen hasta ahora es la continuidad del dólar blend -es decir un mix de 80% de dólar oficial y un 20% de CCL-, que nunca convenció al agro. Los exportadores pretendían algo más cercano al blue, pero ahora el Gobierno entiende que hoy se trata de una variable estabilizada, por lo que no ven motivos para mejorar el tipo de cambio para el agro.
Queja por lo bajo
Si bien el Gobierno viene manteniendo por debajo del radar su relación apenas discreta con el campo, el lunes pasado el Jefe de Gabinete, Guillermo Francos, expuso la situación, casi al pasar, pero dejando en claro el descontento.
"Veníamos recorriendo Río Cuarto hasta aquí, toda una enorme zona productiva del agro...muchas silobolsas vimos, vimos gente que todavía no liquidó", apuntó el funcionario durante su visita a Córdoba.
Del lado del agro, reconocen la situación, y aseguran que jamás la ocultaron. "Es simplemente una cuestión lógica; no hay demasiado misterio. Si reclamamos mejoras para exportar y decimos que las condiciones actuales no son lo suficientemente rentables, lo lógico es que haya granos guardados a la espera de otro escenario", afirmaron a El Cronista fuentes del agro.
Según el último informe de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), en octubre se liquidaron exportaciones por u$s 2.553 millones, la mayor cifra desde el 2002, y un aumento del 243% en relación al mismo mes del 2023, afectado por la sequía, así como una suba de 2.9% con relación a septiembre de 2024.
¿Esto quiere decir que sobre el final del año el campo decidió cambiar de actitud y adaptarse las reglas con las que se juega hoy? Según los productores, se trata solo de "una cuestión estacional de ventas", que tiene como objetivo hacerse de pesos para financiar la siembra de maíz y soja.
Y esta misma tendencia es la que entienden se continuará viendo hacia adelante. "Se venderá para financiar inversiones; no hay motivos para pensar que algo se podrá revertir, a menos que se modifiquen las condiciones que hay actualmente", sostienen los productores, aunque saben que hoy no hay chances de que se vean cambios.
Las expectativas del Gobierno en torno a lo que representarán las retenciones el año que viene son muy poco alentadoras para el agro. Según está dispuesto el esquema hoy, el impuesto exportador es del 33% en el caso del grano de soja, el 12% del trigo y el maíz, 7% del girasol y el 6,75% de la carne vacuna, entre otros productos que pagan derechos de exportación.
Esos ingresos hoy suman $ 5,34 billones, y el Gobierno pretende que el año que viene acumulen $ 10,7 billones.
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