

La pandemia por el actual coronavirus tuvo un impacto directo en el mercado laboral a nivel mundial, y la Argentina no fue la excepción. Julián de Diego, académico y doctor en Ciencias Jurídicas; Guillermo Gianibelli, abogado laboralista; e Ignacio Funes de Rioja, socio del estudio homónimo, debatieron sobre el tema durante el 12° foro de Recursos Humanos, con la moderación de Elizabeth Peger, editora de Economía y Política.
De Diego recordó las medidas oficiales destinadas a la preservación del empleo, como la prohibición de los despidos y la doble indemnización. “Nadie pensó que el aislamiento iba a durar tanto tiempo. Esto generó situaciones atípicas y heterogéneas , analizó. Hacia el futuro, planteó que “tenemos que hacer una transición hacia la nueva normalidad saliendo de las figuras de la emergencia, para volver a la actividad .
Además, se refirió a la realidad del home office. Según su visión, “en los países más desarrollados puede llegar a convertirse en la mayor fuente de trabajo . En este punto, cuestionó la ley de teletrabajo, ya que “no incentiva a la generación de nuevos puestos genuinos, sino que “es una batería de obstáculos para poder operar en el futuro .
Sobre esta cuestión se detuvo Funes de Rioja, quien observó que “la norma salió a los apurones, sin escuchar a los actores involucrados. Se ignoraron las experiencias anteriores y se avanzó caprichosamente en una norma ajena a la realidad. Se dejaron de lado las reales necesidades y esta ley quita oportunidades a los trabajadores .
Gianibelli, por su parte, reconoció que se trató de un proceso apresurado, pero añadió que “se escuchó a todos, en la comisión de Diputados pasaron todos los actores sociales. Pero sí se podría haber mejorado el texto, está tortuosamente explicado .
Además, recogió una virtud de esa legislación. “Rescató tres principios del acuerdo marco europeo de 2002: voluntariedad, revocabilidad y parcialidad , detalló.











