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A contramano del impulso que mostró en el ciclo anterior, el derrumbe productivo por la sequía que bajó de 42 millones de toneladas (Mt) en el ciclo 2021/22 a apenas 20 millones en el siguiente, desafió a la industria aceitera argentina que cerrará el año con la producción más baja de los últimos 19 años.
Sobre el último trimestre, el efecto de la caída interanual del 52% de la cosecha, no sólo se refleja en el desplome de ingreso de divisas que ya superó los u$s 17.000 millones, sino en la capacidad de agregar valor de este sector a través de la industria aceitera que mantiene la capacidad ociosa en 54%.
En materia de precios, un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), explica que la mejora de precios de los productos del complejo girasol incentivó un alza de la superficie sembrada de más del 25% para este cultivo en 2022, que se tradujo en una suba de más del 20% en la producción.
Sin embargo, las 5 Mt cosechadas este año, 1 Mt más, apenas pueden compensar levemente la fuerte caída de la soja.

Con este panorama, el procesamiento de oleaginosas se acercar a las 30,5 Mt en este 2023, lo que refleja una baja del 27% comparando con el 2022.
De este total, según la BCR, el año concluirá con una molienda de 27,1 Mt de soja y 3,4 Mt degirasol, mientras la industria puede procesar cerca de 70 Mt al año y dispone de una capacidad activa de procesamiento de casi 67 Mt.

Por eso, los técnicos coinciden en la situación crítica que dejará a la industria con más de la mitad de su capacidad productiva inactiva: "la industria aceitera alcanzará este año la mayor capacidad ociosa de su historia, y su nivel de actividad más bajo en 19 años", describieron los economistas Guido D'Angelo, Franco Ramseyer y Emilce Terré.
En la misma línea, el Monitor Agroindustrial publicado por la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC), indicó que en el primer semestre del añola industria procesó 14,9 millones de toneladas, el menor volumen de los últimos 12 años.
El ingreso de divisas se desplomó un 50% en los primeros nueve meses del año mientras que el nivel de empleo ingresó en "zona de riesgo" por la caída de la actividad donde, según Ciara-CEC, la capacidad ociosa alcanzó el 65%.
El peso de las importaciones
El otro "hito" que se destaca es el récord de importaciones de soja que se nacionalizaron este año para ser procesadas y volver a exportar. Se espera que el volumen se triplique hasta totalizar los 10 Mt en 2023. "Gracias a ello que la caída productiva de la soja es del 52% pero el recorte del procesamiento es del 27%", señaló el informe.
Además, destacó que sin importaciones, la industria aceitera superaría el 70% de capacidad ociosa.

Lo que viene
Según las últimas proyecciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la nueva campaña ingresaráu$s 12.000 millones más, sin embargo, frente a algunos pronósticos adversos los especialistas comenzaron a hacer descuentos.

Aunque el ánimo de sembrar y mejorar el caótico escenario que dejó el 2023 sigue en pie, la entidad advirtió que de los 20 milímetros necesarios para sostener el cultivo de trigo, las precipitaciones sólo aportaron la mitad.
Em cambio, para la soja las perspectivas no empeoraron. El Banco Central Europeo (BCE) alertó recientemente que "El Niño", podría encarecer los precios de los alimentos hasta un 9% si se desarrolla de manera fuerte durante los meses restantes de 2023.
En concreto, este fenómeno climático puede hacer crecer los precios de la soja, el maíz y el arroz aunque, según el organismo europeo, no afectará los valores del trigo, el café y el cacao.













