El ministro de Economía, Sergio Massa, está dispuesto a analizar una baja progresiva de retenciones que hoy pesa sobre las exportaciones de granos en caso de asumir la Presidencia el 10 de diciembre próximo.
Sabe que esto tendría un efecto directo sobre la recaudación del Estado, pero al mismo tiempo entiende que aflojar la presión impositiva sobre los productores generará un incremento exportador, es decir una suba en el ingreso de dólares.
El monto que está en juego es muy importante. Todo el complejo cerealero-oleaginoso aporta unos u$s 8.000 millones anuales en concepto de retenciones, un monto que no es fácil de dejar de lado.
Massa considera que, del otro lado, lo que está en juego también es importante y tiene que ver con el ingreso de dólares al país, algo sobre lo que el ministro de Economía tiene previsto encarar con fuerza durante un posible Gobierno, y favoreciendo a producciones como la soja, el trigo y el maíz.

La discusión entre el campo y Massa pasa especialmente por un punto. Hay acuerdo a grandes rasgos en cuanto al camino a seguir, pero la cuestión es cómo implementar las nuevas reglas. Primero, porque un sector de los productores pretende que se pase de 33% -lo que hoy paga la soja, por ejemplo- a cero de un solo golpe, algo totalmente improbable.
La variable, entonces, es ir hacia una reducción gradual de esta carga impositiva, aunque habrá que ver qué tiempos y porcentajes se manejan. Nadie espera que se corra a velocidad luz, pero sí que se establezca un cronograma de baja.
Donde sí está aunado el mundo de los granos es en que los productores pretenden que se elabore y apruebe una ley donde se dejen asentadas las nuevas condiciones.
Otro de los puntos que habrá que ir viendo es hasta dónde se está dispuesto a bajar las retenciones. Según dijeron distintas fuentes a El Cronista, hoy no hay una definición concreta al respecto, sino que se irá viendo con el tiempo.
"Todo dependerá de cómo se vayan dando las cosas; del ritmo de liquidación que se observe. Hoy, marcar cuál sería el objetivo final es pensar demasiado a futuro. Lo que sí está claro es que la intención es ir bajando el nivel de retenciones, que no es menor y que representa tanto para el Gobierno como para el campo una medida que conlleva repercusiones", sostuvo una de las fuentes consultadas.

"Tenemos que pensar juntos -cuando termine la elección, para que no digan que hago anuncios de campaña- la obligación de bajar retenciones al maíz, trigo y a la soja como una forma de aumentar nuestro volumen exportador", dijo Massa en Río Cuarto, uno de los puntos de la recorrida del ministro en busca de los votos en la región centro del país, justamente donde el sector agropecuario tiene un peso específico muy importante.
Según los cálculos oficiales, el campo liquidará este año exportaciones por cerca de u$s 18.000 millones, aunque la expectativa está puesta ahora en la capacidad que todavía tiene el sector, y que podría sumar unos u$s 8400 millones, clave para reforzar las reservas del Banco Central.
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