

Mientras el Gobierno se enfoca en su "guerra contra la inflación", índice que escaló un 4,7% en febrero y suma un 52,3% interanual, los sueldos van quedando por detrás de la suba generalizada de precios, con el sector informal como el más damnificado.
En este marco, el ex titular del Banco Central, Martín Redrado, se refirió a la pérdida de poder adquisitivo de la sociedad argentina y aseguró que llegará un momento en el que "la gente no va a poder comprar".
Además, Redrado propuso un plan para reformular el mapa de la economía argentina y apuntó a una política de "shock" avalada por el Congreso que establezca un sendero monetario y fiscal para lograr la "desindexación" de la Argentina.
LA INFLACIÓN SEGÚN MARTÍN REDRADO
En diálogo con CNN Radio, Redrado vaticinó una inflación del 6% para marzo y 63,5% para todo el 2022 según los datos de la consultora Fundación Capital. En este contexto, el economista advirtió que llegará un punto en el que los precios y los salarios no van a "convalidarse": "La gente va a llegar a la góndola y el salario va ir siempre corriendo detrás de la inflación, entonces va a tener que elegir si comprar fideos, manteca o leche", recalcó el ex titular del BCRA.

"Cuando tenés un salario fijo, cada vez que suben los precios te va a quitando capacidad de compra y eso hace que tengas que elegir entre alimento, transporte, esparcimiento", explicó el economista respecto a los efectos más patentes de la inflación en la vida diaria de las personas.
Es por este deterioro de los salarios que el economista observa que "la piel de los argentinos está muy finita, en términos de irritación", una problemática que en la calles se refleja en un alto "nivel de agresividad".
En línea con esto, se refirió al accionar del Gobierno frente a la alta inflación, y alertó que no existe una política antiinflacionaria que "ancle las expectativas" y esboce un "sendero creíble" de reducción del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
"El año pasado, teníamos dos anclas distorsivas. El dólar se devaluaba al 1% mensual y las tarifas estaban congeladas. Eran anclas distorsivas y nos llevaron a una inflación de más de 50%", recapituló Redrado.
Respecto a este año, indicó que ahora se están levantando estas "anclas", razón que hace que la inflación "ande como un barrillete". "Los comerciantes no saben qué precios poner la semana que viene", criticó el ex presidente del Banco Central.
Y agregó: "No hay una política antiinflacionaria clara, creíble y medible. El riesgo es que los precios sigan subiendo y creer que con declaraciones públicas los precios van a bajar".
Frente a este contexto, con los salarios corriendo por detrás de la inflación, Redrado espera una reducción del consumo y menor crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI): "Vamos a entrar un proceso de estancamiento económico, de crecimiento muy magro con altísima inflación, que viene subiendo", aseguró.

Al ser consultado sobre si existe un "techo" para la inflación, Redrado respondió que este se dará pero "por malas razones", es decir, porque la sociedad ya "no va a poder comprar".
Y pormenorizó: "Todo depende del resto de la política económica; como sigue la política cambiaria; la falta de dólares sobre todo en inverno para importar gas, que es un tema central cuando se analiza la economía de este año. Si no tenemos ningún sobresalto, el propio parate del nivel de actividad le van a poner un techo a la inflación".
¿QUÉ PROPONE MARTÍN REDRADO?
Luego del sombrío panorama planteado por Redrado, este propuso un plan antiinflacionario con cinco leyes aprobadas en el Congreso con mayoría especial, las cuales deberán legislar la política cambiaria y fiscal.
Para justificar este "shock" de medidas, el economista remarcó que "hoy no hay credibilidad, no hay confianza. Con el mejor programa, el mejor equipo económico, sin respaldo político, las dudas comienzan en dos horas".
Es por esto que apunta a una "desindexación" del país, con principal énfasis en el gasto público, manteniendo un límite al financiamiento del Tesoro por parte del Banco Central, es decir, a la emisión monetaria.
En esta línea, recordó los años posteriores a su salida del Banco Central: "En 2011 hubo una reforma que le da un viva la pepa al BCRA para emitir y generar un descalabro monetario".
Además, propuso esbozar un plan de "crecimiento y modernización impositiva" para ampliar la base de tributación y poder bajar las retenciones a quienes más exportan. Finalmente, también se refirió a la necesidad de sancionar una ley de infraestructura para establecer con claridad cuáles son las obras públicas que la Argentina necesita.













