El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) difundió este martes dos indicadores claves de la actividad económica, los últimos antes de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 13 de agosto. Por un lado, la economía se derrumbó un 5,5% interanual en mayo por el efecto de la sequía; asimismo, en junio rebotaron los precios mayoristas y la inflación mayorista trepó un 7,5% mensual. Así, la llegada a la orilla electoral se le hace cuesta arriba al Gobierno, que debe enfrentar los comicios con una inflación "crucero" arriba del 6% y en recesión. Según el organismo estadístico, la actividad en mayo decayó 0,1% mensual en la medición desestacionalizada, 0,6% frente a diciembre de 2022 y el acumulado se tornó negativo en 2,3% interanual contra los primeros cinco meses de 2022. El desplome se explica exclusivamente con el "campo" (Agricultura, ganadería, caza y silvicultura), que con la sequía y la pérdida de casi la mitad de las exportaciones perdió un 43,8% interanual, que incidió en la actividad global con 5,78 puntos porcentuales en negativo. Asimismo, la pesca bajó 22,6% interanual (incidencia de 0,07 puntos), el transporte y las comunicaciones, 2,7% (0,2 puntos); y la electricidad, gas y agua, 6,6% (0,11 puntos porcentuales). En el lado positivo, el comercio creció 2,8% (0,35 puntos), el petróleo y la minería, 5,3% (0,17 puntos), la construcción, 2%, y la industria, 0,1% anual; los tres sectores son grandes demandantes de empleo y sostienen en alto los niveles de ocupación. En cuanto a los precios, el 7,5% del Índice de precios internos al por mayor (IPIM) en junio se compone de un alza de 7,3% en los productos nacionales y del 9,7% en los importados. Así, marcó una aceleración respecto al 7,1% mensual de mayo. La inflación mayorista ya acumuló 47,4% en el primer semestre y sumó 112,8% interanual. La tendencia parece marcar un alto piso por encima del 7% en los precios mayoristas y que será difícil quebrar el 6% minorista del mes pasado, más en un contexto de volatilidad de los dólares paralelos, que se despertaron en los últimos días tras dos meses y medio por debajo de los $ 500. Para la consultora Labour, Capital & Growth (LCG), "a contramano de la inflación minorista que marcó su segundo mes de desaceleración, los precios mayoristas continúan escalando, haciendo prever mayores presiones en los meses que vienen. Entre los rubros que lideran las subas por encima del promedio se encuentran la Energía Eléctrica (10%) y los Productos Importados, ambos con ajustes de precios aún pendientes". Asimismo, la entidad evaluó que "la utilización del swap con China puede destrabar importaciones y con ello contribuir a una desaceleración de los precios, pero el poco margen para atrasar el tipo de cambio respecto de la inflación podría acotar ese efecto". "Por otro lado, menores precios internacionales de oleaginosas y una mayor oferta de cabezas de ganado puede descomprimir algunas presiones inflacionarias en alimentos en el corto plazo, pero no descartamos una reversión en la dinámica de estos últimos hacia el final del año cuando la oferta sufra el efecto opuesto. Esperamos que la inflación mayorista llegue al 150% a diciembre (116% promedio anual)", completó el análisis LCG, que a su vez espera una retracción del Producto Interno Bruto (PIB) de la Argentina de 2,7% promedio este año. ACM, en tanto, prefirió destacar la brecha de 55 puntos porcentuales entre la devaluación del peso contra el dólar oficial, que fue de 102,7% respecto al mismo mes del año anterior, y la suba de los productos importados, que aumentaron un 158% interanual. Los precios de los importados vienen creciendo a mayor ritmo de los productos nacionales, en una tendencia que se verifica desde fines del año pasado, observó la consultora.