

En esta noticia
El retraso en el acceso a vacunas en América latina impactará en la pobreza y en los "rezagos sociales" de la región, según Alejandro Werner, el jefe del departamento Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), que se retirará el 31 de agosto próximo.
"América Latina se empezó a recuperar de la caída tan importante que sufrió durante el primer trimestre de la pandemia ya durante la segunda mitad del año 2020. Y esa recuperación esperamos que continúe en 2021", indicó Werner, que agregó que "el retraso en las campañas de vacunación ha generado que tal vez la primera mitad del año sea un poquito menos dinámica" de lo estimado.
En las previsiones, el FMI imaginó "una aceleración de las campañas de vacunación, la fuerte recuperación económica que se está esperando en la economía de Estados Unidos, la recuperación de la economía china y los importantes incrementos de los precios de las materias primas, así como las bajas tasas de interés a nivel internacional".
Bajo ese escenario estimaron una recuperación fuerte en el segundo semestre y un crecimiento de entre 4,5% y 5%. "Sin embargo, dado que la caída en el año 2020 fue de alrededor de 7%, todavía vamos a estar por debajo del nivel que se tenía antes de la pandemia", agregó el último funcionario del FMI que quedaba en pie de los que negociaron acuerdo de Stand-By firmado con la Argentina en 2018, tras las salidas de Christine Lagarde, David Lipton y el desplazamiento de Roberto Cardarelli.
"El nivel de ingreso per cápita en 2025 probablemente sea similar al que veíamos en 2015, lo que muestra también un problema de agudización de la pobreza, de deterioro en la distribución del ingreso", dijo Werner en diálogo con Raphael Anspach, del área de Comunicaciones del FMI, en una entrevista de balance tras ocho años a cargo de la región.
Para el economista mexicano, la región debe "enfrentar el tema de crecimiento" para que puedan mejorar los indicadores sociales, con políticas de apoyo para combatir la pobreza. "Esto va a requerir además que en el ámbito fiscal y financiero se tomen medidas importantes para fortalecer las finanzas públicas", advirtió Werner frente a los niveles de deuda y déficits elevados que genera la pandemia. "En la medida que la economía se vaya normalizando, también habrá que normalizar las finanzas públicas", planteó.
En cuanto a los temas a corregir, focalizó en educación. "América Latina es una de las regiones del mundo en donde se ha perdido el mayor número de días de clases presenciales", indicó el funcionario que quedó desplazado de las negociaciones por la deuda con la Argentina.

Relación del Fondo con la región
Para Werner, tomó "al menos dos o tres décadas" establecer la relación entre América Latina y el FMI, por el avance en la región de sistemas democráticos con más debate sobre transparencia y políticas públicas.
Por el lado del FMI, aseguró que el organismo "se ha movido a pensar sobre el concepto de estabilización macroeconómica como un concepto más amplio, en el cual no solo es suficiente estabilizar las variables financieras, sino también proteger y mejorar ciertos indicadores sociales, aun durante procesos de estabilidad macrofinanciera", como indican las nuevas normas de Vigilancia aprobadas por el directorio.
Eso se vio, según el funcionario, en "la protección del gasto social dentro de los programas de estabilización macroeconómica y la infraestructura social". El FMI "también evolucionó en sus herramientas financieras: de solamente tener instrumentos correctivos a tener instrumentos preventivos como son nuestras líneas de crédito flexible y la línea de crédito preventiva", aseguró Werner.
Cuando el Gobierno de Mauricio Macri anunció el acuerdo con el FMI, el entonces ministro de Hacienda Nicolás Dujovne indicó que se trataba de un crédito de caracter preventivo. El monto otorgado por el acuerdo de Stand-By fue u$s 56.000 millones, récord para el organismo, aunque finalmente se desembolsaron los u$s 44.500 millones que se están renegociando.
Para el economista, tras el boom de commodities previo a la crisis financiera internacional vino una caída en el crecimiento económico. En economías donde no se constituyeron reservas, "se presentaron crisis de balanza de pagos, y ahí el FMI apoyó programas de ajuste a la nueva realidad internacional", recapituló.
ayudas para la pandemia
El 60% del apoyo financiero que el FMI otorgó durante la pandemia se orientó a América Latina a través de líneas de emergencia, de líneas contingentes y de la extensión de algunos programas, aseguró Werner.
Para la salida de la crisis que genera el Covid-19, el titular del Departamento Occidental considera que "el apoyo financiero del FMI al diseño de programas de políticas públicas nacionales puede proveer ese grado adicional de seguridad".
Sin nombrar a la Argentina, Werner planteó:"en América Latina estamos más acostumbrados a la visión de los grandes programas de la institución" pero consideró que hay "otra dimensión del trabajo que hace nuestra institución en América Latina que tiene un efecto muy importante".













