

El acuerdo con Estados Unidos está pronto a entrar en vigencia, aseguran desde el Gobierno, aunque no arriesgan una fecha concreta. Algunos sectores se posicionan como los potenciales ganadores, a pesar de que casi la mitad de las exportaciones argentinas compiten con las de Estados Unidos.
Si bien pesa sobre el acuerdo la “inminencia” en la que confía el Gobierno, restan aún los detalles sectoriales, en especial para algunos sensibles, como carnes, acero o aluminio, que están a la expectativa de si la definición vendrá por baja de aranceles o por cupos.
Resta también el paso del acuerdo por el Congreso, que es que legisla en materia aduanera, de comercio exterior y de tratados con otras naciones.
La coincidencia de la matriz exportadora, analizaron desde el Centro de Economía Política (CEPA) fundamentalmente en agro. La diferenciación se centra en el segmento industrial, en gran parte en productividad, por lo que una partura podría afectar el entramado local.
Solo el 1,7% de las exportaciones argentinas fueron compradas por Estados Unidos, mientras que los productos en los que coincidimos con ese país explicaron el 41% de nuestras exportaciones, pero solo el 1,3% de las de Estados Unidos, estimaron desde la consultora Qualy.
Los principales productos en los que se compite son los del agro, principalmente el complejo sojero, maíz y trigo, seguido de carne, oro, maní, leche, hortalizas secas y sorgo, pero solo en aceite y pellets de soja, maní y salvados, Argentina exporta más que Estados Unidos.
Ganadores
Hay sin embargo un conjunto de productos que pueden ganar terreno, ya que Argentina es exportador neto, mientras que Estados Unidos es importador neto de los mismos.
Estos son los aceites crudos de petróleo, vehículos para el transporte de mercancías, madera aserrada, panificados, pescados y crustáceos, vino, fruta fresca y carne vacuna. Estos productos son el 22% de las exportaciones argentinas, pero el 11% de las importaciones de Estados Unidos.

Sobre este último ya fue anticipado que se avanzará en ampliar la cuota Hilton a 80.000 toneladas anuales.
Esto, sin embargo, plantea un desafío fundamental: aumentar la oferta exportable. A esto se suma la necesidad de desplazar a los actuales exportadores que compiten con Argentina.
En el sentido contrario, Estados Unidos puede ampliar sus exportaciones en porotos de soja, que hoy importamos desde Paraguay y Brasil, gas de petróleo, combustibles refinados, fitosanitarios, motores diesel, insumos químicos diversos, papeles y cartones, y caucho.
Estos productos concentran el 28% de las importaciones argentinas y el 29% de las exportaciones estadounidenses.
Un segmento en disputa pasa por acero y aluminio, rubro en el que Estados Unidos es un gran jugador, tanto en exportación como en importación, que espera las definiciones para ingresar en ese país con menos costo o nuevos productos, como las piezas largas.
Otra de las ganancias se daría por el lado de la deuda. “La primera variable en reaccionar ante un avance del acuerdo con Estados Unidos sería la expectativa de inversión. Un respaldo explícito contribuiría a reducir el riesgo país, habilitar recompras de deuda y aportar un marco de gobernabilidad más claro”, sostuvo Emilio Boto, jefe de estrategia de Mills Capital Group. Una baja del riesgo país ayudará no solo a que la Nación recompre deuda, sino también a que se refinancien los vencimientos y que las provincias puedan hacer lo mismo.














